El triplete de Emil Zatopek en las olimpiadas de Helsinki
AQUEL VERANO DE 1952 ·
Miércoles, 29 de julio 2020, 23:58
En 1952 Helsinki organizó unos de los juegos más espectaculares de la historia del olimpismo. Finlandia, país de gran tradición atlética, convocó a 5.867 ... atletas bajo sesenta y nueva banderas diferentes. El encargo de encender el pebetero en el estadio olímpico fue la gloria del atletismo de aquel país, Paavo Nurmi.
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Pero sin duda, el héroe de aquellos juegos fue el checo Emil Zatopek cuya forma de correr ha pasado a la historia. Las crónicas de la época cuentan que entró en el estadio Olímpico como un hombre que había llegado al límite de su esfuerzo. Sus ojos estaban como nublados y la lengua fuera en una expresión de angustia que se transmitió a la grada. «No lo conseguirá», pensaban muchos. Pero 'la locomotora humana' seguía corriendo, su ritmo no decayó, se mantuvo firme mientras iba dejando atrás a sus contrarios. Cuando entró en la recta final, los alrededor de ochenta mil espectadores reconocieron un agudo gesto de dolor. Pese a todo, el atleta hizo un último esfuerzo y rompió la cinta en la meta de la prueba de la maratón. Había conseguido lo que el mundo del deporte creía imposible, ganar e una misma olimpiada el oro en los 5.000, 10.000 y en maratón, las tres pruebas con récord olímpico. No pudo caminar en una semana pero todo el mundo hablaba de él.
Hijo de un carpintero encontró en el ejército el mejor lugar para la práctica del atletismo. Fue destituido de su cargo en el ministerio de Defensa por su crítica a la invasión soviética de su país. Murió en 2000, su lugar en el Olimpo del deporte es incuestionable.
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