El hombre herido, en el suelo. Ramón L. Pérez

La Policía reduce a tiros a un hombre que le quitó el arma a un agente junto a la Catedral de Granada

Los hechos tuvieron lugar a plena luz del día junto a la Catedral y el atacante acabó herido y siendo evacuado a un centro hospitalario

Martes, 28 de julio 2020

Un tiroteo a plena luz del día dejó ayer sin aliento al corazón de la ciudad. El suceso tuvo lugar en la calle Cárcel Baja, ... a los pies de la Catedral, y en él resultó herido un hombre que tuvo que ser atendido en un centro hospitalario tras haber recibido varios impactos de bala en el cuerpo. Los cirujanos lograron por culminar con éxito la intervención quirúrgica practicada la pasada noche.

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Todo ocurrió a las 20.15 horas. Un hombre de raza negra y de mediana edad fue interpelado por un agente de la Policía Nacional mientras caminaba por la citada calle a la altura de su confluencia con San Jerónimo. Las fuentes consultadas explican que los policías habían acudido a esta zona alertados por los vecinos de que había un señor en la calle molestando a la gente. Entonces se dispusieron a identificarlo. El origen de los problemas fue que el individuo se negó a hacerlo, lo que provocó un «forcejeo» –según dicen– testigos presenciales– con uno de los agentes.

Durante el enfrentamiento, el policía recibió un fuerte golpe de su atacante, que logró derribarlo y arrebatarle la pistola. Esto obligó a su compañero a dispararle hasta que acabó en el suelo apoyado en la fachada de un edificio de la calle Cárcel Baja. Como el hombre se negaba a tirar la pistola e incluso llegó a encañonar a los agentes, estos se vieron obligados a parapetarse tras una camioneta del servicio de limpieza que, circunstancialmente, circulaba por esta zona.

Tras unos minutos, finalmente se logró reducir al atacante, que tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro hospitalario. Recibió tres impactos de bala, uno de ellos en el costado. Mientras esto sucedía a plena luz del día, la Policía Local perimetró los dos accesos a la calle. El sonido de los disparos y la numerosa presencia policial, rápidamente atrajeron las miradas de todos aquellos granadinos o visitantes que paseaban a una hora propicia para hacerlo por Gran Vía, plaza de la Romanilla o las mismas calles SanJerónimo y Cárcel Baja.

En este lugar se llegaron a ver a una decena de vehículos policiales y a más de una veintena de agentes, tanto de uniforme como de paisano. En un principio la confusión era enorme, pero esta se fue despejando tras la evacuación del herido. Los dos agentes que participaron en el forcejeo y tiroteo posterior también tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios. Al cierre de esta edición, se mantenían varios policías sobre el terreno escrutando el lugar de los hechos.

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