Un tercio de las empleadas del hogar granadinas, sin acceso a subsidio por no tener contrato
La ayuda del Gobierno es todo un «logro» para un colectivo en Granada de unas 8.400 personas que, sin embargo, critica que no contemple proteger a las más vulnerables
Desde hace unos días las empleadas de hogar granadinas pueden solicitar al Gobierno un subsidio si es que por circunstancia derivadas al decreto del estado ... de alarma se han quedado sin ingresos por cese de actividad o han sido objeto de un despido. La medida, que ha llegado con retraso, ha sido acogida por el colectivo como un «logro». Y es normal después de que estas trabajadoras hayan sufrido desde siempre un olvido casi secular por parte de las administraciones. A partir de esta semana al fin podrán quedar protegidas como cualquier trabajador por cuenta ajena si tienen un traspié laboral.
Desde el 14 de marzo son muchas las que lo han tenido, como cualquier otro colectivo. El confinamiento obligatorio ha obligado a muchas de estas personas a tener que dejar las casas en las que limpiaban hasta nueva orden. Ya sea tras consensuarlo con su empleador o por ser víctima del recorte de gastos que se están produciendo en muchas casas por el parón productivo y su principal consecuencia: la generalización de los ERTE.
Desde la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Granada, que es una de las diez entidades que conforman la plataforma homónima, estiman que actualmente el número de empleadas del hogar ronda las 8.400 personas, de las que alrededor de 5.600 tendrían contrato y el resto formarían parte de la economía sumergida. «Es muy difícil cuantificar con exactitud el número de personas que integran este colectivo profesional precisamente porque muchas están trabajando de forma irregular», cuenta Laura Guillén, la portavoz de esta asociación. Desde su entidad llevan unas semanas recibiendo muchas consultas telefónicas. «Una barbaridad», dice Montse, encargada de estar al otro lado de la línea. Son personas que se interesan sobre todo por si cumplen los requisitos del subsidio o por tener información precisa de cómo y cuándo pueden solicitarlo. Pero también llegan por otras cuestiones de índole cotidiano a la asociación hoy como por ejemplo para saber qué medidas de protección contra el virus tienen que exigir o si es legal o no ser despedidas en estas condiciones.
La portavoz del colectivo en Granada señala que existe algún que otro problema con la medida. EL más preocupante es que el subsidio no contempla cubrir precisamente a quienes suelen necesitarlo más: a las que trabajan sin contrato. Y no son pocas. Se calcula que son un tercio del total, que en Granada serían unas 2.800 personas. Además, muchas de ellas son extranjeras sin papeles, por lo que su rémora es aún mayor.
«Es un poco incoherente que se las deje fuera, que se les invisibilice como si no existieran», lamenta Guillén, que además denuncia que algunas de estas trabajadoras se están viendo hoy obligadas a estar bajo confinamiento en sus lugares de trabajo, «lo que les representa tener que trabajar todos los días sin descanso», añade.
El resto, las que están dadas de alta, pueden solicitar la prestación desde esta semana. Gracias a esta ayuda podrán cobrar el 70% del salario siempre y cuando puedan demostrar que han tenido que dejar de lado su actividad tras el inicio del estado de alarma. La solicitud deben presentarla a través del paro en caso de despido o mediante una declaración jurada de su empleador si el cese fue en consenso. Si es aprobada, cobrará la parte proporcional antes citada del sueldo que cobraba. Y lo hará hasta que vuelva, o bien hasta un mes después del fin del estado de alarma promovido por el Gobierno como medida de contención contra el coronavirus.
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