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La taberna 'La Sabanilla', el bar más antiguo de Granada, pasa a la historia
La demolición del histórico inmueble, que ha servido de lugar de reunión para los granadinos desde 1883, es una realidad
ÁNGELA MORÁN
Granada
Viernes, 2 de agosto 2019
La Sabanilla, el bar más antiguo de Granada, ha pasado a la historia. Los muros del edificio que albergaba la taberna están siendo derribados. ... Situado en la calle Sebastián, ha servido de lugar de reunión para los granadinos desde 1883 y se ha consolidado como uno de los emblemas de la ciudad.
El edificio estaba catalogado dentro del Plan Especial Centro y contaba con una calificación A-2 -protección estructural-, una denominación que protegía su fachada, su altura y su estructura ante cualquier deterioro ya que las rehabilitaciones debían respetar estos patrones originales. Una finca en la que sólo se podrían ejecutar con carácter general obras de restauración, conservación y consolidación y, las obras de demolición, solo serán admisibles en elementos parciales del edificio según se indica en la normativa de edificios catalogados, artículo 6.3.6.
Los antecedentes del derribo del edificio se remontan al año 2007, fecha en la que Francisca Ruiz, una de las inquilinas de la taberna, declaró a este periódico que se colocó un andamio para iniciar una rehabilitación pero permaneció todo el año como elemento decorativo. En el año 2010, tras años de deterioro se declara el edificio en ruinas. Ese año y con la presencia de las últimas inquilinas del inmueble, las regentes de La Sabanilla, una Orden de Urbanismo obligó al desalojo para proceder al comienzo real de la rehabilitación. Esto provocó la indignación de las hosteleras por el cese del contrato indefinido de alquiler con el que contaban para continuar con el legado de la taberna y desencadenó la acción por parte del grupo de IU para recaudar firmas -consiguieron un total de 1.450-, con el fin de frenar el cierre de la histórica taberna, pero no fue suficiente. El bar que gobernaban las alquiladas desde 1987 cerraba sus puertas a la espera de una rehabilitación del edificio al completo.
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Tras ser declarado en ruinas y con su catalogación de edificio protegido dentro del Plan Especial Centro, se estableció un plazo de un año para que la obra se desarrollara pero la restauración no tuvo lugar, tanto es así que hoy sus muros pasan a ser escombros.
El Ayuntamiento de Granada protege estos edificios emblemáticos con ayuda de recursos que obligan a los propietarios a cumplir con la normativa recogida dentro de los planes de protección del patrimonio. Medios a los que se recurre cuando los propietarios no responden ante la normativa. La imposición de multas coercitivas al propietario, la aplicación por ejecución subsidiaria para evitar el deterioro, la expropiación del inmueble o, incluso, sacar su rehabilitación a concurso, son algunos de ellos pero estos instrumentos no se han dado en este caso.
Deterioro progresivo
El deslustre del bloque se ha ido acrecentando con el paso de los años hasta que, en 2017, se disminuye el nivel de protección de la vivienda. Pasa de nivel estructural a ambiental -nivel A-3- en el que se protege el conjunto del ambiente urbano, evitando las actuaciones que pudieran atentar contra la trama y la calidad imperante en los ámbitos protegidos, defendiendo la armónica integración entre lo nuevo y los elementos arquitectónicos incluidos en los otros niveles. Un cambio que se aleja de la prohibición del derribo de la fachada y de la estructura y permite, aunque con algunas restricciones, reconstruir el edificio.
Francisco Puentedura como portavoz de Unidas Podemos-Adelante Granada, califica esta situación como una colaboración del Ayuntamiento con la especulación urbanística. «Esto ocurre con muchas edificaciones tanto en el centro como en el Albaicín. Las declaraciones de ruinas se utilizan para expulsar a los vecinos y contribuir al despoblamiento del casco histórico a la vez que hace que Granada vaya perdiendo su patrimonio. Desde IU llevamos muchos años exigiendo en el Ayuntamiento que la rehabilitación se hiciera y no se perdiera el edificio pero PP y PSOE han estado mirando para otro lado», ha dicho Puentedura.
Ya en 2010, Puentedura criticó que el Ayuntamiento declarara en ruinas el edificio «sin que se haya enviado una notificación a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, organismo a quien también´ compete la protección de este edificio catalogado», explicó el concejal. Además, reprochó que el consistorio actuara de forma pasiva ante el incumplimiento de los plazos y defendió que la taberna debía ser protegida por pertenecer al patrimonio cultural de la ciudad. Ahora, IU exigirá explicaciones de lo ocurrido pero lamentan, dice, que el menoscabo y el deterioro del patrimonio granadino en muchos casos no tenga vuelta atrás.
Este periódico ha contactado con el Ayuntamiento y está esperando respuesta.
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