Suben las agresiones a sanitarios de Granada un 60% a pesar de los protocolos

Este no es el primero ni el único episodio que se ha vivido ni en este centro hospitalario ni en el resto de los de la provincia de Granada. Al contrario, se trata de una realidad que, lejos de erradicarse, año tras año va en aumento, despertando consigo el nerviosismo y el miedo de los profesionales, que se ven cada vez más expuestos.

Entre enero y junio de este año, 69 agresiones se han producido en Granada. Así se desprende de los datos recogidos por la Consejería de Sanidad, que muestran que esta cifra ha aumentado más de un 60% con respecto al año pasado, pues en ese mismo periodo se dieron 43 situaciones de abuso. En todo 2018, la cifra de episodios conflictivos en los centros sanitarios ascendió a 83 en el territorio nazarí.

Este incremento se debe principalmente a que las agresiones no físicas han pasado de 31 a 54 en un solo año. Amenazas, insultos y un largo etcétera de situaciones conflictivas tienen que soportar durante su jornada, de por sí estresante y maratoniana, tanto médicos como auxiliares, administrativos y demás personal sanitario. «Esto les deja en una situación de miedo e indefensión en la que muchas veces no se denuncia porque las agresiones no verbales no las ven lo suficientemente importante o porque además el hecho de denunciar a alguien que vas a tener que volver a ver siempre da miedo», dice Victorino Girela, responsable de Sanidad de CSIF. La cifra de agresiones físicas, por su parte, ha pasado de 12 producidas entre enero y junio de 2019 a 25 en el mismo periodo de este año.

Ningún área sanitaria ni especialidad está a salvo de esta problemática, pero los profesionales que se encuentran más expuestos son quienes tratan con estas personas en su momento más tenso y de forma más cercana: los médicos de atención primaria, es decir, los que trabajan en los centros de salud, así como los de urgencias, donde las prisas y las situaciones de tensión hacen que las agresiones sean constantes.

Y quienes están en una situación aún más vulnerable son las mujeres, pues son las víctimas de la mayoría de estos sucesos. «En parte porque la gente se envalentona al tratar con una mujer y también porque en muchos hospitales son la mayoría trabajadoras», dicen desde los sindicatos.

Esta prevalencia de mujeres agredidas por encima de los hombres se pone de manifiesto en los datos de la Consejería de Salud y los de los propios sindicatos. Así, desde el Gobierno andaluz aseguran que entre enero y junio de 2019, los hombres fueron objeto de cualquier tipo de agresión –tanto verbal como física– en 21 ocasiones, mientras que las mujeres lo fueron en 48. «En el Virgen de las Nieves, solo en el mes de julio se produjo unas tres agresiones en distintas zonas: Traumatología, Hematología y Cardiología. En este último hubo un popurrí de dos o tres personas agredidas y empujadas. Y todas fueron mujeres. Están más desprotegidas», explica Francisco Cantarejo, presidente del Sindicato Médico.

Auxiliares zarandeadas por pacientes porque se les había pasado la hora. Profesionales insultadas por dar una medicación que los usuarios no consideran adecuada. Agresiones y amenazas por dar una mala noticia a una familia. Y un sinfín de situaciones que viven diariamente los profesionales de toda la provincia mientras realizan su labor, según explica Félix Alonso, secretario general de CC OO Sanidad. Para mostrar su repulsa por esta situación, personal sanitario y sindicatos se han concentrado en repetidas ocasiones frente a los centros afectados.

En lo que va de año, CC OO ha contabilizado 84 agresiones, 25 en el Distrito Granada-Metropolitano, 34 en el Virgen de las Nieves, 6 en el San Cecilio, 13 en el área Sur y 6 en el Nordeste. «Pero este no es el número de personas agredidas, porque en una sola agresión pueden haber tres o cuatro afectados. Así que la cifra total es mucho mayor», dice Fayna Gómez, delegada de Satse.

Y no todos estos episodios se han traducido en denuncias ante las autoridades. Victorino Girela, de Csif, explica que en los hospitales del Clínico y San Cecilio ha habido un total de siete denuncias hasta julio de este año. En Baza, por su parte, se han contabilizado cuatro expedientes en dicho periodo.

La Junta de Andalucía trabaja en nuevas medidas más «efectivas» para la protección de estos profesionales. De ese modo, pondrá en marcha un programa especial de acompañamiento al trabajador agredido mediante el que se habilitarán canales «ágiles y rápidos» para que la persona que sufre una agresión no esté sola después de que se produzcan y ha creado una mesa de trabajo para prevenir estas situaciones.

Asimismo, se formará a los facultativos a través de talleres y actividades para que aprendan cómo evitar episodios violentos y, en caso de ser ineludibles, de qué manera reconducirlos. Todo esto se une al 'Plan de prevención y atención de agresiones para profesionales del sistema sanitario público andaluz' que se puso en marcha en 2005. Además, se ha creado una mesa de trabajo para la prevención de agresiones. También tienen previsto desarrollar campañas informativas dirigidas a concienciar a los pacientes para que tomen conciencia de que un problema nunca se resuelve con una agresión.

Pero para los sindicatos y profesionales sanitarios, estas medidas son «insuficientes» porque «las agresiones se siguen produciendo». Por ello, reclaman una mayor protección para los profesionales y que puedan realizar su actividad sin sentir ese terror a ser los siguientes en la lista de agredidos.