Antiguos profesores del centro. Clara Cerezo

La sombra de una vida en el colegio Emilio Carmona de Maracena

Antiguos maestros jubilados del centro plantan doce árboles con los más pequeños para conseguir sombra en el patio de la escuela

Viernes, 27 de septiembre 2024, 00:42

Cuando Lola pone un pie en el colegio Emilio Carmona de Maracena viaja en el tiempo. Su mente se teletransporta y vuelve a los años ... en los que trabajaba como docente en el centro. Los muros que componen el edificio son parte de su vida. Mira a los profesores que hoy le sustituyen y la expresión de su rostro se enternece. No puede evitar sonreír por el recuerdo de lo que ella también fue años atrás.

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A su nostalgia se suma la de Antonio, uno de los niños que inauguró en 1979 la escuela y al que volvió 37 años después ayer para participar en una iniciativa organizada por la dirección que pretende dejar vivo su recuerdo. Junto a otros docentes más dan nombre a doce árboles que ellos mismos plantaron acompañados de los actuales alumnos del colegio. Seis tilos y seis paulonios que se suman al conjunto de cipreses y olmos que los estudiantes de hace décadas sembraron también en el patio del centro y que hoy aún perduran en las instalaciones.

La necesidad de sombra en lugar de recreo, unida a su vinculación y preocupación por el medio ambiente, hizo nacer esta iniciativa.Tal y como cuenta su directora, Begoña González, pretende unir a las generaciones, fomentar la participación y colaboración entre los mayores y los más pequeños. Va de la mano del proyecto 'Exploradores de Granada' con el que dan a conocer entre el alumnado la naturaleza, historia o gastronomía de la provincia y que muestra la gran implicación de la escuela con el ámbito ecológico. «Preferimos esta opción para conseguir sombra que cualquier alternativa artificial», señalan los responsables. La actividad, que parte del proyecto Erasmus+ RYCA, ha contado con el apoyo y colaboración del Ayuntamiento de Maracena.

El trabajo, cuentan, ha servido también como un punto de partida e inflexión a futuras iniciativas que pretender desarrollar desde el Emilio Carmona para fomentar la relación intergeneracional entre sus miembros.

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Participación

El verde de las hojas de los árboles se refleja en los ojos de Antonio, uno de sus protagonistas. Mira a su alrededor y comparte testimonio con el resto de asistentes al acto. Desde la dirección del centro confirman que nadie se ha querido perder esta ocasión. Elaboraron un listado con los profesores más influyentes e históricos del centro para preparar el acto y reconocen que ninguno de los involucrados rechazó la invitación. «Cada uno guarda una historia y tiene parte de su vida aquí», explica la directora, Begoña González, que expresa una felicidad común por haber formado parte de ese reencuentro.

La emoción de los exprofesores se convierte en ilusión que comparten con los más pequeños y que hace que ellos también vuelvan a ser niños mientras vierten las semillas. Unos niños que hoy se les conoce por ser los hijos del Emilio Carmona, encargados de plantar sus árboles y de cobijar bajo su sombra a quienes quedan por venir.

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