Sigue el corte de tráfico tras el susto del hotel Montecarlo aunque no hay peligro
El Ayuntamiento reitera que el incidente, que obligó a desalojar durante unas horas a 23 vecinos de Puerta Real, no se debió a una grieta en el embovedado del río Darro
C. MORÁN C. M.
GRANADA
Sábado, 25 de agosto 2018, 01:43
El embovedado del río Darro está intacto. La cubierta subterránea que techa un cauce que, hasta bien entrado el siglo XX, discurría al aire libre ... por Puerta Real no se ha resquebrajado. Los responsables políticos y técnicos del Ayuntamiento reiteraron ayer el mensaje para evitar que cundiera la alarma después de que, este pasado jueves, los servicios de emergencia lanzasen una alerta preventiva por riesgo de derrumbe en las obras del viejo hotel Montecarlo, un suceso que obligó a desalojar durante un par de horas a 23 vecinos de los edificios colindantes al gigantesco boquete -de unos catorce metros de profundidad y en el que irá un aparcamiento-. También «por precaución» quedó cortado el tráfico en la calle Puente de Castañeda y parte de la Acera del Darro, unas restricciones que, como mínimo, se prolongarán hasta mañana domingo, según avanzó la alcaldesa accidental de Granada, la edil socialista Ana Muñoz, durante una visita al lugar de los hechos.
Ya el mismo jueves, tal y como relató IDEAL, los Bomberos de la capital recorrieron el embovedado para determinar si había alguna grieta que pudiera explicar lo sucedido en el solar del Montecarlo -que pronto albergará un nuevo hotel de cuatro estrellas-, pero no encontraron ninguna anomalía. Las aguas ocultas del Darro discurren a una distancia de poco más de veinte metros del terreno en cuestión, pero las autoridades insistieron en que no hay ningún escape en la bóveda que tapa el río.
El reventón de 1951
En este sentido, Ignacio Rodríguez, jefe del Servicio de Conservación de Edificios del área municipal de Urbanismo, desmintió de nuevo, y categóricamente, los rumores que hablaban de una posible rotura de la cubierta del Darro.
Seguramente, el empeño del Ayuntamiento en refutar el falso runrún de la existencia de un 'pinchazo' en el embovedado tenga que ver con un suceso que muchos granadinos guardan en su subconsciente: el reventón del Darro que ocurrió el 12 de septiembre de 1951 en Puerta Real. La fuerza del agua perforó el embovedado y, según las crónicas, una ola de más de diez metros arrasó el corazón de la capital.
Nada que ver con lo que sucedió el jueves.
Inyectar hormigón
Con todo, el técnico admitió que la humedad que produce el Darro sí pudo estar detrás del desplazamiento de tierra en las obras de cimentación del hotel que ocupará el solar que dejó libre el Montecarlo tras su demolición hace ahora un año. Según Rodríguez, el deslizamiento de tierra pudo tener su origen en el hecho de que los trabajos coincidieran «con el aluvión del Darro, que pasa, soterrado» a unos pocos metros del solar del viejo hotel. «El río, en su día, cuando se hizo el embovedado, se rellenó con tierra compactada, con una compactación de los años 50 o 60 que no era muy profunda», y, «al hacer el agujero entre el micropilotaje, se ha desecado la tierra» y «probablemente se ha desprendido parte de esa tierra», lo que provocó, añadió el experto, un hueco y el consiguiente movimiento de la tierra.
Con todo, el responsable de conservación de edificios del Ayuntamiento repitió a preguntas de los periodistas que no habían detectado «lesiones» capaces de causar daños estructurales.
En otras palabras, que no había riesgo para los vecinos. De hecho, esa posibilidad ya se descartó la noche del jueves, cuando los Bomberos decidieron permitir a los desalojados que volvieran a sus casas.
La alcaldesa accidental, Ana Muñoz, también pidió tranquilidad y afirmó que «no hay ninguna situación de peligro».
No obstante, los cortes de tráfico se prolongarán, al menos, hasta mañana domingo para conjurar el riesgo de que el paso de vehículos pesados por las inmediaciones del solar cause vibraciones que dificulten las tareas de aseguramiento de los cimientos que se están llevando a cabo. En concreto, los trabajadores de la obra están inyectado hormigón para dar una mayor solidez a la estructura.
«Si ya es difícil llegar al centro cuando la ciudad está normal, imagínese ahora»
El corte parcial de tráfico en la Acera del Darro no es inocuo. Descartada la existencia de peligro para las personas -que siempre es lo principal-, toman el escenario las molestias derivadas de las restricciones a la circulación en una zona tan sensible como Puerta Real, el corazón de la capital y, por ende, uno de los lugares más transitados por naturales y forasteros.
Los responsables del Hotel Carmen, que está situado a escasos metros del solar del Montecarlo, lo saben bien. Como estos incidentes son por naturaleza imprevisibles, se han visto obligados a hacer de la necesidad virtud. En este sentido, han tenido que improvisar a toda velocidad rutas alternativas para ayudar a sus clientes a que lleguen al establecimiento, porque el lío del Montecarlo ha complicado una misión que, ya de por sí, no es sencilla: moverse en automóvil por el centro de Granada. «Si ya es difícil llegar hasta aquí cuando la ciudad está normal, imagínese ahora. Y más si se tiene en cuenta que estamos casi llenos», indicó un responsable del Hotel Carmen.
Así las cosas, y por lo que se refiere a los turistas que viajan en coche, la dirección del Carmen ha enviado correos electrónicos a sus clientes para que entren por la calle Duende hasta el garaje -deben subir por San Antón-, lo que les obliga a circular durante unos metros en dirección prohibida.
En cuanto a los autobuses, la idea es que paren en la entrada del Corte Inglés para que el pasaje pueda atravesar a pie la Acera del Darro hasta el Hotel Carmen. «Claro que esto está generando incomodidades a nuestros clientes», se lamentó el portavoz consultado por IDEAL.
Con todo, la dirección del establecimiento confía en que, como espera el Ayuntamiento, la circulación se restablezca mañana domingo. «Si es así, podremos aguantar», dijeron.
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