Segundo sábado consecutivo sin mercadillo del Zaidín

El portavoz de la plataforma del Zaidín, Melchor Tirado, ha denunciado públicamente esta situación, «insostenible para la mayoría de los vendedores ambulantes». «Consecuencia de la pandemia, hay criaturas que no tienen la solvencia suficiente para pagar los honorarios del letrado. De hecho, nos hemos puesto todos de acuerdo para cargar con la parte de un compañero, pero él nos representa a 150 personas, con familia, que lo estamos pasando mal», ha subrayado.

Tirado ha señalado haber hablado con los vecinos en numerosas ocasiones y llevar días estudiando la zona para «ver cómo se puede solucionar». Según él, está haciendo el trabajo que deberían hacer los técnicos. «Si se hubiesen sentado con nosotros antes de decidir nada, tal vez no habríamos llegado a esto», ha insistido.

Tanto él como el resto de vendedores se han quejado especialmente de no haber recibido ningún «comunicado oficial» por parte del consistorio sobre el cambio de emplazamiento. Es más, todos han asegurado haberse enterado a través de una publicación en este mismo periódico.

Lo «único» que piden los comerciantes del mercadillo del Zaidín es lo siguiente: conocer sus derechos para poder ejercerlos y defenderse. Así lo ha explicado el portavoz de la plataforma, nombrado por todos sus compañeros. Precisamente para eso, para poder defenderse, el próximo lunes esperan reunirse en el salón de plenos de Churriana de la Vega para constituir y registrar una asociación.

«Decían que ya existía una asociacion, pero es ficticia. El hombre que llegó al acuerdo con el Ayuntamiento no ha renovado su cargo en veinte años, por lo que eso no es válido a nivel legal», ha apuntado Tirado. Ninguno de los vendedores ambulantes lo considera su representante. «Nunca ha contado con nosotros», han afirmado.

Por otro lado, también han comentado que, esta misma mañana, «la policía local ha advertido a unos compañeros que o entraban y montaban, o no entraban». «Han jugado con nosotros como títeres y no somos títeres, somos personas de carne y hueso, y tenemos que comer», ha reivindicado Tirado.

El actual representante del mercadillo se ha referido expresamente a la concejala Raquel Ruth: «Nos ha dolido en el corazón porque nosotros no hemos actuado mal con ella, pero ella sí ha actuado mal contra nosotros. Dice que se ha reunido con nosotros dos veces esta semana, pero no ha sido así».

En cualquier caso, los comerciantes están dispuestos a replantear el mercado para que quepan todos los puestos, pero para eso «sería necesario quitar los bancos y las pérgolas, que molestan». Además, intentarán que «devengan estas dos semanas del semestre» porque no estan montando, «a pesar de pagar 360 euros por la licencia del mercadillo, así como la cuota de autónomos, el IVA y otros impuestos como cualquier trabajador».

Por su parte, el abogado que defiende a los ambulantes, Jorge Maya Córdoba, ha señalado que «las cautelarísimas no se han tomado». «Desde el 16 de marzo que se firmó el auto de medidas cautelares, el Ayuntamiento tenía diez días hábiles para dar una respuesta, pero no ha llegado. En el último escrito del juzgado, del 23 de marzo, perseguimos la paralizacion del procedimiento contencioso administrativo», ha explicado el letrado.

No es la primera vez que los comerciantes ambulantes tienen problemas con los espacios adjudicados por el consistorio. «Esto no pasaba desde hace 34 años, cuando quisieron quitar todos los mercadillos de Granada, entre los que se encontraban el de la Chana y el del Zaidín, y todos los comerciantes se encerraron en una iglesia en señal de protesta», ha recordado Antonio Granizo, ambulante y cuya familia siempre ha ejercido este oficio.

Ahora, con el traslado a Baden Powell, el mercadillo se ha visto reducido en un total de 24 puestos, ha apuntado uno de sus compañeros, Manuel Zurita. «Siempre hemos intentado ser elásticos, pero tenemos que comer».