«Sebastián Pérez y Luis Salvador acordaron un dos más dos y a mí me lo confirmaron por escrito»
Macarena Olona | Diputada de Vox en el Congreso ·
«Si se nos ofrece una fórmula que permita desbancar al alcalde estamos en el momento de poder hablar»Macarena Olona entró en política hace apenas dos años, como candidata por sorpresa al Congreso por Granada meses después de que Vox irrumpiera en el Parlamento andaluz. Abogada del Estado, látigo del PNV en el País Vasco, pronto se supo que no es de esas personas que nadan en circunloquios. Podrá meter la pata, pero nadie dirá que no se le entiende. Se ha convertido en una de las referencias nacionales de Vox y se ha especulado con que sea su candidata a la Junta. Participó en las negociaciones que dieron lugar al bipartito en el Ayuntamiento de Granada y en esta entrevista ofrece detalles reveladores. Recuerda –se supone que cariñosamente– con «terror» su primera entrevista en IDEAL y, preguntada dos años después sin previo aviso, responde lo mismo a la pregunta que rompe el hielo. ¿Por qué se metió en política? «Porque España me dolía demasiado». Será memoria de opositora.
–Dos años después, ¿España le sigue doliendo demasiado?
–El dolor que sentía en aquel momento se ha acrecentado. Santiago Abascal dijo en la sesión de investidura de Sánchez que el pacto se había sellado con ETA. Se ha sometido a España a la extorsión de los de siempre a cambio de la impunidad de los etarras. Y lo que está por llegar, que es el referéndum por la independencia.
–Se ha interpretado que la salida de Pablo Iglesias también frena ese camino.
–La clave la veo con la llegada de Iceta como ministro de Política Territorial. Alguien que ha dicho que reconoce ocho naciones en España será clave para los pasos que se darán hacia el desmembramiento de nuestra nación española. Es el señor Iceta quien sellará la firma del acuerdo de transferencia de la competencia de prisiones al País Vasco, una reivindicación histórica de ETA y del partido extorsionador vasco. Y con esa firma tendremos la impunidad de los etarras. No se necesita una ley de amnistía. Estamos viendo en Cataluña que, a través de la competencia de prisiones, se puede sacar por la puerta de atrás de las cárceles a los presos que ellos denominan políticos.
–¿Se ha quitado la etiqueta de paracaidista o no le importa?
–Granada me acogió como una hija y prometí que no haría como otros políticos oriundos, que cuando pasan Despeñaperros se olvidan de todo. A los racistas los he padecido en distintas comunidades. Recuerdo que un alto cargo del partido extorsionador vasco me llegó a decir que era muy válida, pero que no se me debería permitir trabajar allí porque no conocía el euskera. Lo he vuelto a ver en nuestra Andalucía cuando se ha elucubrado con la posibilidad de que sea candidata y el PSOE me ha calificado como «esa señora alicantina». No permito que en mi España querida se me pretenda decir donde puedo tener el carné de demócrata.
–Al poco tiempo de llegar a la política fueron las municipales y estuvo en las negociaciones de aquellos pactos poselectorales. Vox fue clave en Granada y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha dicho que su partido le manifestó la imposibilidad de votar al candidato Sebastián Pérez, lo que convirtió a Luis Salvador en alcalde. ¿Es verdad?
–Leí esa entrevista a Teodoro García Egea, a quien tengo una extraordinaria consideración. Pero esas declaraciones son inciertas. No voy a permitir que se retuerza el relato. Fui miembro del equipo negociador de todos los gobiernos municipales y autonómicos en mayo de 2019. Granada se acostó con un alcalde del PP, que era Sebastián Pérez, y se despertó con un alcalde de Ciudadanos, a quien la población no le había asignado la representación para alcanzar esa alcaldía. Y esto fue por un indigno acuerdo impuesto por el PP y Cs y un indigno cambio de cromos. Teodoro García Egea rindió Granada. Yo estuve en las negociaciones hasta esa madrugada [15 junio 2019] y fui yo personalmente quien dijo al PP que Granada no se rendía. Granada tendría que haber tenido un alcalde del PP, con el apoyo de Vox. Fuimos respetuosos con la ciudadanía de Granada, que nos había dado una posición minoritaria con respecto al PP. No íbamos a entrar en ese cambalache y reparto de sillas, pero sí seríamos claros para apoyar un cambio de gobierno con políticas que combatieran a la izquierda. En la tarde previa enviamos al PP y Cs un decálogo de medidas de lucha contra la corrupción y regeneración democrática. El PP aceptó. Tras eso, dijimos al PP que también aceptábamos el alcalde que designara y se nos trasladó que el candidato era Sebastián Pérez.
–¿Y por qué no se cumplió?
En la madrugada, PP y Ciudadanos llegaron a un acuerdo distinto en el reparto de sillas políticas en el que nada tuvimos que decir. Fui yo personalmente quien informó al PP en Granada, por escrito, de que el alcalde iba a ser Luis Salvador. Está documentado. A partir de ese momento [por el sábado de la constitución del Ayuntamiento] se produjo una rebeldía del PP en Granada. Se pusieron en insumisión y dijeron que no lo aceptaban, y ahí es donde entra el famoso dos más dos. Sebastián Pérez y Luis Salvador llegaron a un acuerdo, y yo tengo por escrito la confirmación por parte del PP de Granada. Y no es por Sebastián Pérez, con quien no tenía interlocución escrita en aquel momento. El PP le dijo a Génova que no apoyaba su pacto, y entonces se llegó a un acuerdo in extremis en un hotel: nos damos la mano y un dos más dos. El señor Luis Salvador llegó a ese acuerdo, y a mí me lo confirmaron por escrito, Ciudadanos y PP.
–¿Cs también le dijo que aceptaba ese acuerdo de dos más dos?
–Directamente no, pero a otra persona de mi confianza, sí. Lo que ocurre es que el señor Luis Salvador no es de fiar y de nada sirvió que se diera la mano con Sebastián Pérez. Se ha echado atrás una vez que ha tenido el bastón de mando y está apoltronado. Hará lo necesario para mantenerse en esa o en otra poltrona pública que se le pueda ofrecer, incluido el paso al PP.
–Le dicen desde el PP de Granada, no Sebastián Pérez, que hay un acuerdo verbal. Se lo debió trasladar alguien de los que estaba en ese hotel, que eran los actuales concejales [el Meliá Ganivet, horas antes del pleno de investidura]. ¿Quién le manifiesta por escrito que existe ese acuerdo para un dos más dos es un concejal actual del PP?
–Yo soy una señora. No son conversaciones privadas, porque eran entre cargos institucionales, pero salvo que me obliguen a publicarlo, hasta aquí voy a leer. En ese momento, mi interlocución no solo fue con el PP local. Cuando a mí me trasladaron el dos más dos, inmediatamente lo ratifiqué con el PP en Madrid. No fue con Teodoro García Egea pero fue con su segundo, y también lo tengo por escrito.
–¿Alberto Casero?
–[Asiente]
–Por parte de Vox, ¿ninguna persona autorizada en esas negociaciones vetó a Sebastián Pérez?
–La única persona autorizada como interlocutora válida era yo. Teodoro García Egea, sabiendo que yo había dicho por activa y por pasiva que Granada no se rinde, intentó una maniobra para puentearme y hablar con otras personas de Vox en Granada para encontrar una puerta de atrás que darle Granada a Ciudadanos a cambio de otros cromos como Castilla León. No le salió bien. Algo que es esencial en Vox es la lealtad. La persona con quien mantuvo el contacto me llamó inmediatamente y se puso a mi disposición. A partir de ese momento no solo mantuve la interlocución con Madrid, sino también con el PP local, para que nadie tuviera duda de cuál era la línea única.
–Para aclarar la leyenda urbana, ¿si el PP hubiera querido proponer de alcalde a Sebastián Pérez, Onofre Miralles (Vox) tenía instrucción de votarle?
–Todos los concejales de Vox habrían votado a Sebastián Pérez. Y Sebastián Pérez, o el que hubiese propuesto el PP, habría sido alcalde. El PP habría tenido un alcalde de designación suya y no se habría roto la disciplina de voto.
–A las pocas semanas, Sebastián Pérez fue a Génova y también se vio con usted en un hotel junto a otros miembros de su equipo. ¿Le contó esto?
–Esto mismo. La verdad solo es una y no puedo inventarla. Uno de los momentos más desagradables que he vivido en política, no tengo gran experiencia, fue cuando a las siete y media de la mañana del día de la constitución del Ayuntamiento en Granada llamé por teléfono a la persona que era mi interlocutora en el PP local y me dí cuenta de que era yo quien le estaba dando la noticia. Me pareció una deslealtad y algo horrible. ¡Que tenga que ser un tercero quien informe a los propios!
–Visto el tiempo, ¿está satisfecha del resultado?
–Ni muchísimo menos. Luis Salvador no es un socio fiable ni una persona que esté legitimada por el pueblo granadino para ocupar la alcaldía y, si la ocupa, es algo indigno por haberse rendido Granada al abanico de Castilla León y otra serie de ayuntamientos. Luis Salvador debería haber sido 'Luis el breve' pero, por desgracia, el PP está con problemas internos cuando más se le necesita. Deberían dejarse de lado las cuitas internas y tener como objetivo el bienestar de los granadinos y los españoles. Espero que se resuelva la situación interna que está viviendo el PP en Granada y se resuelva con lealtad.
–Pero no hay cambio posible en el Ayuntamiento. No salen las cuentas para una moción con el bloque de derecha.
–En política no puedes tener sentimiento de pisar suelo firme. ¿Quién iba a pensar que Ciudadanos se haría una automoción de censura en Murcia y se iban a suceder tantas cosas? Santiago Abascal ha pedido elecciones anticipadas en Madrid, Andalucía y Castilla León. No podemos considerar que los concejales de Ciudadanos tengan una disciplina de voto férrea. No es un partido de principios, es veleta y puñal. En Granada se necesitan 14 concejales. Apoyaremos las fórmulas que se nos presenten que den la alcaldía a quien el pueblo decidió, que es el PP. Yo defiendo que la mejor opción es Vox, con Onofre Miralles. Hemos demostrado nuestra solvencia, rigurosidad y seriedad con la que representamos los intereses de los granadinos. Si se nos ofrece una fórmula que permita desbancar a Luis Salvador de la alcaldía por parte del PP estamos en el momento de poder hablar.
–Pero para lo que plantea se necesitaría una automoción de Luis Salvador.
–O no. Se necesitan 14 votos. A partir de ahí, la situación puede ser muy diversa. Lo hemos visto en Murcia y en Madrid, cómo situaciones que parecían impensables se materializan. Sí puedo asegurar que nunca estaremos en el mercado y compra de concejales para conseguir resultados de gobierno, nos parece deleznable.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión