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ALFREDO AGUILAR

«Saqué a la mujer del coche, que cayó desde cincuenta o sesenta metros de altura»

Un joven de 23 años rescata a una conductora que sufrió un grave accidente con su vehículo tras precipitarse por una escarpada ladera en el Llano de la Perdiz

José Ramón Villalba

Viernes, 4 de mayo 2018, 01:22

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Veintitrés años. Enfermero y en el paro. Aficionado a la bicicleta y amante de la solidaridad. Le gusta ayudar a la gente y el pasado lunes 30 de abril le salvó la vida a una mujer, a quien sacó del interior de un vehículo despeñado «cincuenta o sesenta metros» por el Llano de la Perdiz hacia la ladera que mira de frente alSacromonte.

Francisco Javier Puga es el nombre de este joven héroe. «Estaba llegando en bicicleta al Llano de la Perdiz, donde se encuentra el reloj de sol, y vi cómo la parte trasera de un coche desaparecía y decidí asomarme al cortado para ver qué había pasado». Francisco coincidió allí con otro ciclista que vio lo mismo y también mostró su preocupación por lo ocurrido. «Yo decidí bajar y el otro compañero ciclista se quedó llamando al 112».

Este enfermero de profesión asegura no haberse enfrentado nunca a una situación similar. «He trabajado de enfermero en el hospital del PTS y en una residencia, pero nunca lo he hecho en unas urgencias o en un área de críticos donde las situaciones extremas se repiten con demasiada frecuencia». Conforme bajaba el cortado oía cada vez más cerca el pitido del vehículo. «No veía el coche porque había mucha maleza. Llegué por el sonido del claxón». El turismo se encontraba volcado por el lateral izquierdo y la parte delantera sostenida por una rama gruesa de un árbol.

«Saqué a la mujer del coche, que cayó desde cincuenta o sesenta metros de altura. Ella se encontraba inconsciente en el interior con las ventanillas subidas». Francisco cogió un palo y comenzó a golpear el cristal, lo cual hizo despertar a la mujer. «La avisé de que se pusiera una chaqueta sobre el rostro para evitar que le saltaran los cristales. Poco después rompí la ventanilla y pude sacarla de allí. Mi temor era que la rama del árbol cediera y el turismo cayera otros cincuenta metros más abajo».

Francisco sacó a la mujer y la retiró de la zona para calmarla. «Me dijo que no se acordaba de nada. Tenía un bulto en la frente, propio del golpe». A partir de ahí, entraron en acción los bomberos que montaron una cordada para desplazar una camilla a la zona, que después subieron a las proximidades del reloj de sol, donde ya había un dispositivo sanitario y efectivos de la PolicíaLocal de Granada que habían acudido al lugar. «Después me interesé por ella para saber cómo se encontraba, pero no he podido hablar aún con esta mujer», advertía ayer.

Francisco volvió el miércoles al lugar de los hechos donde aún se encuentra el vehículo siniestrado. «Cuando lo piensas en frío sientes que has hecho algo bueno, pero sobre todo, hice lo que nos gustaría a cualquiera que hicieran por nosotros.En caliente, cuando ocurrió, no pensé en nada. Sabes que puedes ayudar al accidentado y acudes para hacerlo sin más. La verdad, no sabía qué me iba a encontrar».

Este joven asegura que desde el rescate del pasado lunes, le ha picado el gusanillo de las emergencias. «Es una parcela muy desconocida para mí y no me importaría aprender para formarme». Los agentes de la Policía Local y del cuerpo de Bomberos le felicitaron porque gracias a él, la mujer accidentada está con vida y fuera de peligro.

¿Qué hubiera ocurrido si nadie se percata de los hechos y no localiza el coche? ¿Hubiera aguantado la rama del árbol al coche?

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