La salsa de todas las fiestas

Más corta, con menos palabras y –se puede decir– con más éxito fue su 'versión española', que salió al mercado tres décadas más tarde y que popularizó otro trío, femenino en este caso, nacido en Córdoba (España). 'Aserejé já de jé / de jebe tu de jébere sebiunouva / majabi an de bugui / an de buididipí'. Manuel Ruiz Queco fue el responsable de esa traducción fonética del 'Rapper's Delight'. Si se le puede llamar traducción fonética. Ese estribillo convirtió a Las Ketchup en el mayor fenómeno discográfico del verano de 2002. Y no solo en España. Su versión cañí del tema de 'los Sugarhill' llegó a ser 'número uno' en veinte países, vendió más de ocho millones de copias y se tradujo al portugués y al 'espanglish' –español e inglés entremezclados–. Según Media Traffic, llegó a situarse en el puesto 103 de las canciones más vendidas de la historia de la música a nivel mundial. Incluso hoy día, 18 años después, cuando suena en algún bar o sala, son muchas las personas que empiezan a ejecutar la coreografía de manos que acompañó al tema, muy al estilo 'Macarena' de Los del Río, el mayor éxito –por escuchado– de la historia de la música española.

Lola, Pilar, Lucía y Rocío. Todas de apellido Muñoz. Hermanas de las que en la actualidad apenas se sabe nada pero que protagonizaron un 'pelotazo'. Aquel verano se convirtieron en las reinas de todas las fiestas nacionales. Rocío estaba embarazada por entonces y por eso nadie recuerda que Las Ketchup eran cuatro y no tres. Algo así como The Beatles en versión andaluza y femenina. Las televisiones se las rifaban y todos los medios querían entrevistarlas.

IDEAL lo consiguió. Pilar (23 años), Lola (21) y Lucía (20) eran 'Las hijas del Tomate', nombre que llevó su primer disco en homenaje a su padre, Juanma 'El Tomate', un guitarrista flamenco. En apenas dos meses saltaron a la fama. El 31 de julio de 2002, en su entrevista con el que escribe, durante la grabación de la gala 'Miss Chica del Verano' –concurso televisivo de belleza que Telecinco organizó en 2001 y 2002 en la localidad de Almuñécar–, Lucía, la menor de las tres lo profetizó de este modo:«Hace un año no éramos las Ketchup, ahora somos las Ketchup y el mes que viene a lo mejor no somos las Ketchup». Y en cierto modo fue así. El grupo duró cuatro años más y otro disco. En 2006 sacaron al mercado 'Un blodymary'. Pero ya no fue lo mismo, aunque estuvieran en Eurovisión.

Ese año desaparecieron hasta regresar en 2016 sin la misma repercusión. Ya casi nadie habla de ellas. Curiosamente, el 'Aserejé', que en este 2020 se ha hecho mayor de edad, era el único tema que no habían compuesto las hermanas. Pero fue el que les lanzó al estrellato efímero. A nivel mundial, eso sí. Su flamenco-pop estuvo en todos los platos musicales de aquel verano.

Las Muñoz pusieron la salsa con su desparpajo y con Diego, el macarrilla protagonista de su canción que llegaba a las discotecas «rumbeando, con la luna en las pupilas y su traje agua marina... poseído por el ritmo ragatanga». Aserejé, já de jé...