¿Qué han hecho los romanos por nosotros?
En bermudas ·
Una visita al museo Arqueológico nos sumerge en la Granada romana, ahora tan de moda, para seguir el rastro de algunos ilustres ciudadanos de antañoJESÚS LENS
Jueves, 29 de agosto 2019, 01:10
Ahora que se celebra el 40 aniversario de la mítica, descacharrante y provocadora película 'La vida de Brian', le rendimos homenaje recordando una de sus ... secuencias más célebres, aquella en la que el Frente Popular de Judea se pregunta por la herencia de los romanos. ¿Qué nos han dado los romanos?
- El acueducto.
-Ah sí sí, eso sí nos lo han dado.
«¿A qué esperan para rodar la serie definitiva sobre granadinos por el Imperio Romano?»
-Y el alcantarillado.
-Sí, de acuerdo, reconozco que el acueducto y el alcantarillado nos los han dado los romanos.
-Y las carreteras.
-Evidentemente las carreteras, eso no hay ni que mencionarlo, hombre. Pero aparte del alcantarillado, el acueducto y las carreteras...
-La irrigación, la sanidad, la enseñanza, el vino, los baños públicos, el orden público.
-Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?
Quedamos con Isidro Toro, el director de nuestro Museo Arqueológico, para saber qué han dejado los romanos en Granada. Porque si bien es cierto que conocemos al dedillo el espectacular legado de las culturas árabes y, tras la Reconquista, de las cristianas; las huellas de los romanos están más difusas, por mucho que los históricos enemigos de Astérix y Obélix no dejen de saltar a los titulares informativos en los últimos tiempos.
Lo último, el sarcófago descubierto en Villamena y que, recién abierto, nos ha mostrado los restos de un joven patricio que parecía vestir unas sandalias del ejército. En nuestro fuero interno esperábamos joyas, riquezas y un enorme ajuar. A fin de cuentas, allí tuvo su sede durante muchos años la Caja General de Ahorros de Granada.
Y precisamente allí, en Villamena, el patricio romano coincidió con otro granadino-romano ilustre que, ahora, ocupa lugar de privilegio en el Arqueológico: el famoso Togado de Periate, representado en una escultura de bronce del siglo III que fue hallada en el cortijo de Periate, término municipal de Píñar, el 27 de marzo de 1982.
Decretado su traslado al museo Arqueológico y dado que no hubo acuerdo en el justiprecio a pagarle, el arrendatario del cortijo de Periate, Antonio Martínez Fuentes, decidió depositar la escultura en la sede de la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada hasta que el acta de tasación fuera aprobada de forma oficial por la Dirección General de Bellas Artes.
Fueron meses confusos, aquellos de 1982, dado que la escultura se encontraba muy oxidada y requería una rápida y completa restauración. Llegó a rumorarse, incluso, que iba a ser trasladada al Museo Arqueológico Nacional de Madrid, pero el Togado se hizo fuerte en Villamena y aguantó el tirón, quien sabe si ayudado por el misterioso soldado patricio que dormía el sueño de los justos en aquellos sótanos.
La figura
Cumplimenten visita al Togado de Periate. Es una figura excepcional. 160 centímetros de altura la convierten en una de las mayores esculturas romanas de bronce encontradas en España. Seguramente representaría a Marco Aurelio Valerio Claudio II, llamado el Gótico, gobernador del Imperio Romano entre los años 268 y 270 de nuestra era. Y poca broma con las estatuas romanas: como nos dice Isidro, llevaban una vida muy ajetreada y, cuando cambiaba el emperador -algo bastante habitual, que menuda vida llevaba aquella gente- eran decapitadas y se les ponía la cabeza del nuevo regente.
Además, las vestían y las decoraban para las diferentes fiestas, por lo que era habitual que sufrieran desperfectos y, sobre todo las extremidades, tenían que ser reemplazadas y cambiadas con asiduidad. En concreto, en el Togado de Periate hay hasta tres estilos decorativos diferentes. Frente a él se encuentra el busto de Ganímedes, una pieza maravillosa que formaba parte de la colección atesorada por el primer Alcaide de la Alhambra. De hecho, Gómez Moreno se la encontró en un nicho del Partal, allá por 1865.
¡Qué impresionante es la historia de Granada! Por ejemplo, una estela que hay en el patio del Museo Arqueológico. Es el basamento de una escultura que debió representar a Hércules, pero con los rasgos de un Emperador que sonará a los más cinéfilos: Cómodo. ¿Se acuerdan de él? Pónganle los rasgos de Joaquin Phoenix y enfréntelo a aquel sensacional 'Gladiator' interpretado por Russell Crowe. ¿Ya caen? Pues sepan que la escultura fue donada por un miembro granadino de otra familia de rancio abolengo: los Séneca. ¡Busquen, busquen los nombres!
Otro granadino ilustre cuyo rastro se puede seguir en el patio del Arqueológico: Cneo Papirio, comandante en jefe de la XI Legión y, posteriormente, gobernador de Dacia y de Gran Bretaña. ¡Netflix! ¿A qué esperas para rodar la serie definitiva sobre granadinos por el Imperio Romano? Y una de economía. Que Isidro nos enseña las vasijas donde viajaba el aceite y nos cuenta la historia de los Valerii Vegetii, una familia granadina de senadores romanos a quienes se concedió la prerrogativa del comercio de aceite de oliva en toda la Bética. ¡Eso eran franquicias, y no lo de ahora! Así, no es de extrañar que tuvieran una sensacional villa de Vitruvio que contaba con su propio acueducto.
Se nos termina el espacio, que no el tiempo. No hemos hablado de las conexiones del Museo con las villas romanas de los Mondragones y de la calle Primavera. O la del Salar. O de los mosaicos con motivos marinos y de las monedas acuñadas con imágenes de peces, medusas y delfines. Pero no quiero despedirme sin referir un detalle que no conocía de la portada del Arqueológico. El Ave Fénix es más fácilmente reconocible. Y las conchas aladas de Venus, a la derecha; y las armas correspondientes a Marte, a la izquierda. Sin embargo, hay dos elementos decorativos, junto a los dinteles, que 'desentonan'. Que no pegan. Dos licencias creativas con las que los maestros canteros dejaron su singular huella. ¿Los identifican? Mañana volvemos sobre ellos...
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