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Granada
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Viernes, 5 de enero 2018
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Melchor, Gaspar, Baltasar y sus tres ‘reinas’ quisieron recompensar el baño de cariño. Tras casi cuatro horas de recorrido por las calles de la capital, encaramados al micro en el balcón del Ayuntamiento, no se cortaron al proclamar que después de haber cruzado todo el mundo en miles de ocasiones, jamás habían encontrado lugar como Granada:"Es una ciudad maravillosa". No era para menos. El soniquete de las bandas de música, los cohetes, las carrozas, las luces, y el brillo en las decenas de miles de miradas hicieron valer cualquiera de los tópicos que suelen aplicarse a la noche de Reyes.
A las 17.30, cuando la concejala de Cultura, María de Leyva, giró el cañón de serpentinas, había en las 21 carrozas casi 14 mil kilos de caramelos, otros cientos de juguetes, decenas de pajes, tres Reyes Magos, tres ‘Reinas Magas’ y, sobre todos ellos, el sol. No quiso perderse la cabalgata, pese a que las predicciones meteorológicas coquetearon con la posibilidad de lluvia a lo largo de toda la semana. Se descartó el ‘plan B’: acelerar el pasacalles para esquivar las precipitaciones previstas a partir de las nueve.
Entre tanto ‘espectáculo’, quienes más brillaron fueron los Reyes y ‘Reinas magas’. El batería de Los Planetas, Eric Jiménez, encarnó a Melchor; el catedrático de Medicina Legal de la UGR José Antonio Lorente, hizo lo propio con Gaspar; y el jugador del Fundación CB Granada Devin Wright con Baltasar. Detrás de cada una de sus carrozas viajaron las reinas, una de las grandes novedades de la cabalgata de este año. La cantaora Marina Heredia acompañó a Melchor, la soprano Mariola Cantarero a Gaspar y la cantante Diana Navarro a Baltasar. Música, Ciencia y Deporte representaron ayer las ilusiones de los pequeños granadinos.
Las bandas de La Estrella, Jesús Cautivo y Virgen de las Angustias pusieron ritmo navideño al pasacalles. Pero no faltó otro de los sonidos clásicos en los últimos años de la cabalgata más antigua de España:‘La gallina Turuleca’.
La gran protagonista de la noche en el Ayuntamiento fue una pequeña que no dudó en abalanzarse a los brazos de Gaspar y charlar con él. Sus ojos llenos de lágrimas, mientras aseguraba haberse portado bien en los últimos meses y prometía seguir haciéndolo en este nuevo año.
Cuando los Reyes tomaron el micrófono fueron breves, pero hablaron claro. No tardaron en anunciar que no habría carbón este año. Y que todos los niños tendrían regalos de Reyes. Pero quizás, por error en el reparto, alguno de los juguetes no haya llegado a su correspondiente hogar. Es deseo de Sus Majestades, y de muchos de los niños y adultos allí presentes, que el año próximo sí llegue cargado de regalos en los salones y dormitorios de esas casas.
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