Retirados 105 nidos de procesionaria en árboles de la UGR
Un equipo de especialistas eliminan, una a una, las bolsas de la oruga en zonas de paso de estudiantes y ciudadanos
Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle
Granada
Martes, 18 de febrero 2020, 16:03
Se llama Marco Antonio Castillo Ferrer. Está a 10 metros de altura, sobre las ramas medias de un enorme pino carrasco en la entrada del ... Hospital Real, la sede del Rectorado de la Universidad de Granada. Con una larga pértiga terminada en una tijera de podar, corta la rama en la que se sitúa una gran bolsa de procesionaria, un nido donde se desarrolla la oruga de una especie altamente urticante y peligrosa para hombres y animales, para los que puede ser letal. Marco, es técnico especialista del servicio de Jardines de la UGR, encargado, junto a su compañero, Rafael Mesas Villegas, de la lucha contra una plaga muy temida en entornos urbanos, donde existe un mayor riesgo de contacto con personas y mascotas. «Desde hace tres años trabajamos en la colocación de trampas en los troncos de los pinos para que las orugas no lleguen al suelo y en la retirada, una a una, de forma manual, de las bolsas de procesionaria que localizamos en los árboles», afirma Marco, que como especialista en tratamiento en altura, es el que trepa a las copas de los árboles, algunos de ellos de más de 15 metros.
Cuando ha pasado un mes desde el inicio del invierno, las tareas de retirada de procesionaria están casi finalizadas. «Este año hemos detectado un menor nivel de infestación en el arbolado que depende de la Universidad, parece que las trampas colocadas desde hace tres años, han dado resultados positivos, pero también vemos que las larvas podrían salir antes que en temporadas anteriores, quizás por la bonanza climática», afirman.
Trabajan en zonas donde existe un evidente riesgo de contacto con personas , como son la totalidad de los terrenos ajardinados de las facultades, jardines públicos y parterres ubicados en zonas concretas de la ciudad. «Donde más procesionaria detectamos en el Club Náutico del embalse de Cubillas, que pertenece a la UGR, que es donde hay mayor cantidad de pinos, pero está en una zona natural y fuera del entorno urbano y no supone un peligro inminente para las personas», dice Marco Antonio Castillo.
Durante la actual temporada, hasta la pasada semana, se habían retirado un total de 105 bolsas, de las que 25 fueron en los alrededores del Colegio Máximo de Cartuja; otras 20 en la facultad de Farmacia; 5 en el parque de Fuentenueva, una en el Hospital Real y otras 54 en el Jardín Botánico de la UGR en la facultad de Derecho. Esta última retirada, la más numerosa, se produjo en un único árbol, un pino canario de gran tamaño ubicado en el jardín. «En el pino canario las defoliaciones siempre son muy fuertes porque en Canarias no hay procesionaria. Cuando se planta aquí es muy atacado por ella al carecer de las defensas químicas que son propias de los pinos peninsulares. Lo mismo ocurre con otros pinos exóticos como el radiata o el ponderosa», afirma el biólogo y especialista en procesionaria del Departamento de Zoología de la UGR, José Antonio Hódar, que recuerda que «el canario es un pino muy apreciado como árbol ornamental y es precisamente el más atacado por la procesionaria».
Más de 10.000 árboles
La UGR mantiene el control de una enorme cantidad de masa vegetal de la capital granadina, repartida en 80 hectáreas de terrenos, donde crecen 361 especies, entre arbustos, árboles y plantas en general. Según el Inventario de Especies Vegetales de la UGR, se puede cifrar en casi 10.000 el número de árboles y se cuentan en decenas de miles los arbustos plantados en sus parterres y jardines, con cifras como 3.273 arrayanes; 18.987 aligustres y 3.397 boj. Entre los árboles más numerosos están los cipreses, con 383 la especie de Arizona y el común que tiene 8.430, aunque en este caso muchos de los ejemplares están en forma de seto. Hay arces, como el negundo, con 244; almeces con 330 ejemplares, o laureles con 293. Los pinos carrasco suponen 3.759, de los que 3.700 están en Cubillas. El piñonero tiene 23 ejemplares, mientras que el pino marítimo y el canario, solo tienen un ejemplar.
«La infestación de la provincia no es alarmante»
Esta temporada la presencia de procesionaria en los diferentes pinares de la provincia de Granada no se encuentra en niveles que puedan suponer una alarma generalizada. José Antonio Hódar, zoólogo especialista en procesionaria de la UGR, considera que «este invierno tenemos una infestación general media, con vistas a un próximo invierno más fuerte. Hay zonas de infestación habitual donde no ha habido defoliación en absoluto, como Cerro Gordo y, en cambio, la Cortijuela del Trevenque está bastante afectada».
Hódar no es partidario de tratamientos directo y de carácter agresivo en los pinares porque dañan considerablemente al pino, que en muchos casos puede soportar un grado de infestación bastante grande. Recuerda que «lo mejor que se puede hacer, donde no haya peligro de afección a seres humanos y mascotas, es que la naturaleza siga su curso y que ella resuelva lo que origina». Este investigador, considera que las zonas urbanas son otra cosa y tienen que tener los tratamientos que se estimen adecuados para evitar el contacto con personas, pero cree que el momento en que se están haciendo las labores de retirada de bolsas en la Universidad, no es el adecuado. «Es tarde. Ya las orugas han provocado la defoliación de los árboles y quitarlas no ayudará al pino, aunque se evitará que muchas de ellas lleguen al suelo y sigan
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