El restaurante de Granada que arrasa con «desayunos premium» y un menú del día XXL

Desayunos de alta calidad y un menú del día que, a parte de casero y delicioso, deja saciado hasta a los más hambrientos. En eso se basa la propuesta de Rincón III, un restaurante ubicado en la calle Loja del Polígono de Juncaril (Peligros) que no renuncia a ofrecer elaboraciones premium con una inmejorable relación entre calidad, precio y cantidad.

El negocio lleva abierto más de 20 años, aunque en septiembre del año pasado cambió de manos por la jubilación de sus propietarios. Fue entonces cuando María Eugenia Guerrero se hizo cargo de Rincón III con una idea clara: respetar la línea que el negocio llevaba hasta entonces pero aportándole un toque extra de sofisticación y calidad.

De su oferta culinaria, lo primero que llama la atención son los desayunos. De hecho, abren de lunes a sábados a las 06:00 horas. «Desde que abrimos tenemos una plancha en marcha para hacer cualquier tipo de tostada en ella… De beicon, tortilla, magreta o de cualquier otro embutido. Además, tenemos jamón asado a diario y jamón ibérico cortado a cuchillo», detalla María Eugenia, que tiene claro que «pocos sitios de Granada ofrecen esta variedad y calidad».

Desayunos a parte, el otro punto fuerte del restaurante está en su menú del día. Ofrecen dos opciones: una por 14 euros que incluye pan, bebida, primer plato, segundo plato y postre; y otra por 19 euros que añade segundos platos más especiales como el pulpo, el entrecot o el cachopo. Un menú que es bastante grande pero que agrega una opción perfecta para los más hambrientos: quienes se queden con ganas de más pueden repetir el primer plato sin coste adicional.

«Son menús de mucha calidad y cantidad. Mucha gente no puede terminar los platos y se llevan a casa lo que les sobra». Además, también tienen un salón independiente con capacidad para unas 90 personas en el que se pueden hacer todo tipo de celebraciones, desde comuniones o bautizos hasta bodas.

María Eugenia reconoce que desde que se hicieron con el restaurante las cosas no pueden ir mejor: «Era un negocio que ya iba bien porque los antiguos propietarios eran excelentes hosteleros, pero hemos invertido para mantener su línea aportando cosas nuevas que están gustando mucho». Nueva decoración, nuevos platos y mucho más personal para servir a sus clientes de la forma más rápida y eficiente posible. «Cada día vamos a más, la verdad es que estamos muy contentos», finaliza.

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