El rescate de un joven esquiador en Granada que anduvo tres kilómetros con el hombro dislocado: «Fue un infierno»
Javier Alcalá, de 24 años, se cayó en el barranco de San Juan y pudo comunicarse con el 112 durante solo cinco segundos, antes de que se le apagara el móvil
Cuando Javier Alcalá, de 24 años, salió en la tarde del martes a practicar esquí de montaña, nunca imaginó que volvería a casa de madrugada, ... con el hombro herido y una historia de película que contar. El granadino, amante del deporte, decidió trasladarse al barranco de San Juan (Güéjar Sierra), una zona no apta para principiantes pero que no es excesivamente complicada para los más experimentados, como es su caso. Iba «esquiando tranquilo en una ruta sin mucho peligro» cuando sufrió una caída que cambió el rumbo de su tarde: «Fue un golpe muy tonto, pero provocó que se me saliese el hombro derecho. No es la primera vez que me pasa, ya me operaron de una luxación, así que se complicó todo», explica.
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Javier intentó encajarse el hombro él mismo, sin éxito. Se dispuso a llamar al 112 para pedir ayuda, pero la llamada duró solo cinco segundos, puesto que el móvil se le apagó: solo le dio tiempo a decir que se encontraba en el barranco de San Juan. «Como no sabía si habían recibido el mensaje, decidí dejar mi material allí y echar a andar. Con el otro brazo me sujetaba el hombro afectado, con un dolor insoportable, y me puse a caminar unos tres kilómetros hasta llegar a Borreguiles. Fue un infierno», admite el joven.
La caída se produjo sobre las 19:00 horas, pero no llegó andando a esa zona hasta las 21:30. Y allí se encontraba él, sin móvil, con la noche echándose encima y sin cruzarse absolutamente con nadie, ya que Borreguiles estaba «desierto». «Me colé de extranjis a través de una ventana en un edificio en el que guardan las máquinas pispistas y grité por si había alguien, pero estaba vacío. Llegué a un despacho en el que había un ordenador personal, que intuí que quizás no me pedía claves para acceder, y conseguí entrar en mi perfil de Facebook. Mi cuñada estaba conectada, así que le envié un mensaje con mi ubicación exacta», detalla a IDEAL.
El rescate
La movilización de su cuñada y la 'resurrección' de su móvil, que le permitió llamar de nuevo al 112, hizo posible que los agentes le encontraran. Curiosamente, la primera llamada de cinco segundos sí se realizó correctamente, así que cuatro especialistas del Servicio de Montaña de la Guardia Civil se habían desplazado al barranco de San Juan a buscarlo. «Vinieron hasta Borreguiles y me inmovilizaron el brazo, el dolor era horrible. Me llevaron hasta el hospital y consiguieron recolocarme el hombro, eran ya las una de la mañana», recuerda Javier Alcalá.
Después de la inesperada e intensa jornada, este miércoles tocaba descansar y hacer balance. El brazo lo tiene «regular», con los tendones afectados, y cuando el traumatólogo le atienda valorará si debe ser operado de nuevo. En cuanto a su estado de ánimo, se encuentra «bien», y solo le preocupa que tenga que parar su actividad física durante un tiempo. «No sé si me tendrán que operar, pero pase lo que pase todo podría haber sido peor. Te das cuenta de que ante los problemas graves el ser humano reacciona rápido, yo estaba tranquilo aunque sabía que la situación era complicada. Se estaba haciendo de noche y pasar la noche en el barranco quizás podía haberme provocado una hipotermia, pero mantuve la calma y pensé en la mejor solución. Creo que controlé la situación, si pierdes los nervios es peor», admite el granadino.
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Recuperar el equipo
La otra gran preocupación del joven era haber perdido sus esquís y su mochila, que se quedaron en el barranco, así que publicó un mensaje en Facebook por si alguien los encontraba. El equipo está valorado en 1.000 euros y como estudiante había tenido que ahorrar durante «un par de años» para poder comprarlo. Finalmente, los mismos agentes que acudieron a su rescate fueron los que este miércoles recuperaron el material -a falta de uno de los esquís, que se le escapó y se rompió al estrellarse contra una roca-. «Gracias mil veces a la Guardia Civil por rescatarme, Jesús y su equipo son ángeles en la montaña (....). Gracias a todos los que habéis compartido la publicación y los que me habéis deseado una pronta recuperación, un abrazo a todos y nos vemos por la sierra, ¡espero que más pronto que tarde!», añadió en una segunda publicación en Facebook. Ojalá Javier se recupere pronto y pueda volver a esquiar, a ser posible, sin más percances.
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