«No son las olas de Hawaii pero hay días muy buenos»

–¿Es necesario tener un título específico de actividades náuticas?

–Existen títuelos para cada especialidad en el ámbito de los deportes acuáticos pero teniendo el TAFAD es más que suficiente.

–¿Cuáles son las actividades que ofrecéis en esta escuela?

–Estamos abiertos de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 21.00 horas. En primer lugar, nos dedicamos al alquiler de equipos y a las clases particulares. Eso todos los días. En segundo lugar, por las mañanas solemos tener grupos de niños, ya sea a través del Ayuntamiento, gracias a subvenciones, o de colegios de toda la provincia de Granada. Por último, tenemos nuestra propia escuela a la que se apuntan niños normalmente mediante unos bonos semanales o del tiempo que se quiera.

–¿Mantenéis todos los días la misma rutina de actividades con los niños?

–Nos adaptamos al medio. Por ejemplo, si hay mucho viento el agua esta perfecta para hacer surf. A los más pequeños que les da miedo, les estamos enseñando a que empiecen a utilizar la cometa de kitesurf. Los días que no hay viento y está el mar tranquilo hacemos todo lo demás, paddle surf, kayak, esquí acuático... También si hay viento suficiente para sacar el catamarán hacemos excursiones con él.

–¿Hay olas suficientes en esta playa como para hacer surf?

–No son las olas de Hawaii ni las de Cádiz pero en esta zona a veces hay días muy buenos y entran olas bastante grandes. Esta semana sin ir más lejos ha hecho un temporal muy bueno y hemos estado todos los días surfeando.

–¿Cómo es trabajar con niños ?

–Es increíble, los niños se lo pasan genial, angelicos. Están en agosto, con el calor y lo que más les apetece es estar en el agua y además estar con compañeros de su edad y con monitores que somos peor que ellos porque nos lo pasamos súper guay y en el medio en el que estamos, con las olas, las tablas, su neopreno, se lo pasan genial, me encanta verlos disfrutar. Lo mejor es la sensación de ver que aprenden. Nosotros les ayudamos primero a que cojan las olas, es un proceso largo y de mucho esfuerzo por ambas partes. Ellos alucinan, se les ve en la cara una euforia cuando ya empiezan a hacerlo por ellos mismos que es muy gratificante, no hay palabras para describirlo. En todas las actividades en general disfrutan, pero en el surf es sin duda en la que más. Digamos que al estar en contacto directo con el agua, sobre todo con olas, es mucho más dinámico e eufórico que cuando el agua está tranquila.

–¿Has tenido alguna anécdota graciosa con los niños?

–Pues se caen, se revuelcan, se pegan en la cabeza. Pero buen, ellos siguen y se lo pasan genial.

–¿Te permite disfrutar del verano?

–Yo me lo paso genial, la verdad es que es una pasada. Estoy aquí casi como de vacaciones.

–¿Cómo es la relación entre los compañeros?

–Tenemos una filosofía muy guay de equipo. Venimos relajados y sin estrés a trabajar. No tenemos que estar comisionando nada, ni tenemos que llevar ningunos objetivos. Aquí es relax, buen rollo, que los niños se lo pasen bien, pasarlo nosotros bien y lo que nos apetezca. Nos adaptamos al tiempo y a los niños, la verdad es que está muy guay, disfruto mucho de mi trabajo.

–¿Repetirías más veranos trabajando aquí?

–Sin duda, de hecho tengo mi puesto fijo en Sierra Nevada en invierno, y casi que tengo asegurada mi jubilación allí, por lo que en verano mi intención es ya quedarme aquí para siempre.