La presidenta del ultraderechista Frente Nacional francés, Marine Le Pen, y el líder del Partido de la Libertad (PVV) holandés, Geert Wilders, han admitido que todavía no cuentan con suficientes apoyos para crear un nuevo grupo político en la Eurocámara, lo que les permitiría acceder a más financiación y visibilidad. Hasta ahora han logrado reunir un total de 38 eurodiputados de cinco países, pero para cumplir los requisitos necesitan representantes de otros dos.

Le Pen y Wilders han realizado una comparecencia conjunta con representantes de los aliados con los que cuentan hasta ahora: el Partido de la Libertad austriaco (FPO), el Vlaams Belang belga y la Liga Norte italiana. Y han asegurado que la línea política del nuevo partido será la defensa de la soberanía nacional y de los Estados frente a la integración europea.

"No tenemos absolutamente ninguna inquietud sobre la existencia futura de nuestro grupo, que debe constituirse antes de la primera sesión (de la Eurocámara) a principios de julio", ha asegurado Le Pen, que ha eludido desvelar con qué partidos están negociando. Eso sí, ha repetido que no pactará con los neonazis griegos de Amanecer Dorado, ni con los ultraderechistas húngaros de Jobbik o los búlgaros de Ataca. "Tenemos una base extremadamente sólida de 38 diputados y constatamos que las combinaciones posibles son considerables, lo que nos hace extremadamente optimistas", ha apuntado la líder nacional.

Escribiendo historia

"Hoy tenemos cinco partidos de cinco países diferentes y necesitamos siete. Pero tengo mucha confianza en que, quizá no mañana, pero en las próximas semanas, seremos capaces de lograr siete partidos de siete países diferentes", ha insistido Wilders. "Estamos escribiendo historia en la UE", ha sostenido.

Le Pen ha atribuido las críticas del líder del UKIP, Nigel Farage, que ha tachado su partido de racista, a "razones tácticas" porque quiere seguir dirigiendo el grupo euroescéptico Europa de la Libertad y la Democracia (que según los últimos resultados contaría también con 38 escaños) y no quiere que se constituya una nueva fuerza anti-UE. "Lo siento, Nigel, vamos a constituir nuestro grupo", ha apuntado.

En todo caso, la líder del FN no ha descartado "constituir un frente" con el grupo de Farage "para oponerse a los elementos más nefastos de la UE". El objetivo confeso de Le Pen es "bloquear cualquier nuevo avance de la UE en detrimento de los pueblos y en beneficio de una integración federal".

Opciones

Así las cosas, la Le Pen le quedan pocas opciones tras descartar a algunas fuerzas y al negarse otras a trabajar con su partido, como es el caso del Partido del Pueblo Danés (DF), con cuatro escaños, o los Verdaderos Finlandeses, con dos. Entre los indecisos están los Demócratas Suecos (SD), quienes tienen dos escaños y actualmente están en el grupo que lidera el UKIP, con quien a priori tienen intención de seguir trabajando. Aunque la líder del Frente Nacional consiguiera convencer a este partido, todavía necesitaría el respaldo de otra formación de otro Estado miembro. Sus opciones se verían reducidas, teniendo en cuenta los planteamientos de su partido y el de Wilders, al Congreso de la Nueva Derecha (KNP) polaco, que ha obtenido cuatro escaños, o al partido lituano Orden y Justicia (TT), con dos.

Entretanto, Farage también está moviendo sus cartas y ha almorzado este miércoles en Bruselas con el líder del Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, cuyo partido ha logrado 17 escaños en Italia, para discutir sobre la formación de un grupo parlamentario.