El quebrantahuesos se reproduce en la provincia de Granada cincuenta años después
Los ejemplares Vera y Guadalquivir, nacidos y liberados en 2013, han anidado en la Sierra de Castril
A los quebrantahuesos les gusta el frío y la tranquilidad. Por eso anidan en recónditos desfiladeros casi inexpugnables ubicados a gran altitud. Que es exactamente ... lo que han hecho Vera y Guadalquivir en la Sierra de Castril. Construir su nido y, lo que es más importante, reproducirse. Técnicos del Plan Andaluz de Aves Necrófagas lo acaban de constatar en una expedición realizada a la Sierra de Castril, donde comprobaron que la pareja de rapaces, nacidos y liberados en 2013, estaban incubando. Una magnífica noticia por dos motivos. El primero y principal porque la especie vuelve a procrear en la provincia de Granada cincuenta años después. Estamos ante el inicio de un proceso de recolonización de lo que otrora fue su hábitat natural. Y segundo porque todos los recursos y todos los esfuerzos invertidos en el programa de reintroducción arrojan, por fin, un resultado satisfactorio.
«La recolonización de Granada por parte del quebrantahuesos no es un proceso aleatorio, sino fruto del esfuerzo coordinado entre todos los centros directivos de la Junta de Andalucía implicados», señalan desde Medio Ambiente. «Se trata, en definitiva, de un bello ejemplo de trabajo en equipo por parte de un elevado número de profesionales convencidos de que este sueño podía hacerse realidad», aseguran.
El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) se extinguió en la práctica totalidad de España hacia primeros de la década de los 80 del siglo pasado. Su último bastión fue Andalucía y más concretamente las sierras de Castril, Cazorla, Segura y las Villas. Con la única excepción de los Pirineos, donde aún quedaba acantonada una población relicta, esta especie había desaparecido de casi todo el país debido a la acción del veneno, cuyo uso indiscriminado acabó con toda la población sierra a sierra, montaña a montaña.
Trabajo coordinado
La Junta de Andalucía inició un programa de reintroducción coordinadamente con las instituciones internacionales dedicadas a la conservación de la especie, concretamente la Vulture Conservation Foundation, que cedió las aves para crear un centro de cría y para liberar pollos nacidos en cautividad en las sierras andaluzas.
Así, en 2006, se iniciaron las primeras sueltas y en 2015 se registró el primer intento de cría en el medio natural, en la vecina provincia de Jaén. Desde entonces los jóvenes quebrantahuesos liberados tanto en Granada como en Jaén han estado visitando más o menos asiduamente las agrestes y bellísimas cumbres del parque natural de la Sierra de Castril, aunque sin registrar comportamientos reproductores que permitiesen pensar en una recolonización en firme de la provincia como ahora.
La especie había desaparecido debido al uso indiscriminado del veneno
El quebrantahuesos es una de las aves voladoras con mayor envergadura del mundo. Puede alcanzar los tres metros. Basa su alimentación en los huesos de los animales, sobre todo de pequeños rumiantes: cabra montés, muflón, rebeco... o de sus equivalentes domésticas como cabras y ovejas. Es el único animal que tiene esa dieta. Es inofensivo para los humanos y beneficioso porque al alimentarse de carroña limpia el campo de los seres muertos. Habita en las montañas donde encuentra sustento, aunque la presión humana lo ha relegado a las más altas.
De hecho vivió en montes muy bajos como los de Murcia, donde se localizó el primer nido del mundo descrito científicamente por un naturalista (Reinaldo Bueh, 1857). El 31 de agosto de 1988 se vio volar al último en Andalucía y en España solo vivía en los Pirineos. Gracias al proyecto de reintroducción de la Junta de Andalucía, ha vuelto a la comunidad autónoma. Fundamentalmente a las sierras de Cazorla y Segura (provincia de Jaén) y Castril.
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