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El puente de todas las tiendas abiertas llena Granada de turistas
Los centros comerciales y los bares y restaurantes reciben un aluvión de visitas con motivo de la festividad de Todos Los Santos
El plan no es malo. Uno apura el jueves en el trabajo y para las ocho de la tarde está llegando a Granada. Pueden venir ... de cualquier punto de Andalucía, de Portugal, de Madrid o vaya usted a saber de dónde. Pero vienen. Y ayer jueves por la noche, se notaba en la ciudad. Y mucho. Este puente de Todos los Santos es uno de los pocos que la estudiantada prefiere, al menos 24 horas más, quedarse en Granada y no salir pitando 'pal' pueblo, a casa de los padres para ver a los amigos y a las amigas.
Al menos la noche de Halloween –aceptémoslo, ha cuajado notablemente en la juventud y en los pequeños–, se quedan por las calles disfrazados o sin disfrazar, y convierten la víspera del primero de noviembre en un jolgorio nada terrorífico y desde luego muy divertido.
Decíamos que sobre las ocho de la tarde de ayer los visitantes van llegando a Granada. La estación de autobuses estaba a tope. Un trajín impresionante. La Circunvalación estaba completamente colapsada. Desde Albolote a Armilla, un embotellamiento de campeonato, que con eso de lo del cambio de hora de la semana pasada, convertía el trayecto en una sucesión de luces coloradas, blancas y amarillas. Una ambulancia se abría paso mientras tanto a toda mecha.
Hoy por la mañana, con los tañidos de las campanas de las parroquias del Centro, Granada se madrugaba con calma. Despacito. Mucho chocolate con churros para la resaca de Halloween y mucho subir al cementerio para honrar a los difuntos. Entre tanto sube y baja, los autobuses que buscan el aparcamiento del Generalife se combinan con la Rober, que florida y hermosa acompaña a los granadinos y granadinas hasta la puerta del camposanto más santo que nunca hoy en su día.
Abajo, en la ciudad, impera la molicie. Decíamos que churros y campanadas. Al menos hasta el mediodía, cuando a partir de las doce, desaparecen las telarañas y comienza el movimiento. Las terrazas –los termómetros marcan a las doce del mediodía 21 grados, son primaverales en estas fechas otoñales–, se llenan de pandillas, de familias, de amigas y de señoras. Solo terminarán este desayuno que en países como Holanda y toda Europa es el almuerzo a la hora del aperitivo, fórmula más que fina para glosar el deporte nacional 'granaíno': irse de cañas. Y de tapas.
Las previsiones
Las previsiones apuntan que hoy, mañana sábado y el domingo Granada estará con el manido cartel de 'no hay billetes' colgado. Completo. Lleno. A tope. De bote en bote. Los alojamientos del Centro, Albaicín y el Realejo mantienen una ocupación del 83%, según los datos que maneja como previsiones la Federación de Hostelería y Turismo. Por comparar con 2018, se superan las expectativas del año pasado, cuando los hoteles alcanzaron el 80% de las reservas. Si tiramos de matemáticas, las previsiones de este año suben tres puntos en la ocupación hotelera.
Respecto al tiempo, hay que estar muy atentos. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene malas noticias para los que pasan el puente de Todos los Santos en las calles de Granada. Hay que llevar paraguas. Las fuentes meteorológicas indican que hasta mañana domingo se esperan precipitaciones que serán de intensidad variable. De hecho, a media tarde el cielo de Granada se cerró y amenazaba lluvia con muy mala cara.
El comercio acompañará a los granadinos y visitantes durante todo este largo fin de semana de tres días, milagro obrado al ser el 1 de noviembre un viernes, lo que lo convierte en el puente de todas las tiendas, comercios, grandes almacenes, centros comerciales y galerías abiertas. Veamos. En La Zubia abre estos tres días el centro comercial Alhsur , en Armilla el centro comercial Nevada, y en Pulianas el Granaita (Kinepolis más Alameda). En la ciudad de Granada, el centro comercial Neptuno y el Serrallo Plaza, así como El Corte Inglés.
Respecto al Centro Comercial Abierto hay que subrayar que en este caso cada establecimiento puede decidir si abre o no, ya que el 1 de noviembre está recogido como festivo de apertura en Andalucía.
Por todas partes
Cuando llega la hora de comer, hay ya tanta gente en las calles de Granada como hojas de otoño en el suelo. Dicen las malas lenguas que hay una mesa libre en todo lo alto de la Torre de la Vela. En efecto, todas las plazas del Centro están saturadas:Campo del Príncipe Fortuny, calle Varela, la Mariana y el Campillo, Plaza Nueva, Bib Rambla, Trinidad y Gracia.
Y, por supuesto, el Albaicín, con una Carrera del Darro con su Paseo de los Tristes convertidas en la milla de oro de Europa, el espacio histórico más bonito del mundo. Y como la gente lo sabe, se pasea y el follón de gente es multitudinario. Toda la gente del mundo. Todas las hojas del mundo.
Hay tráfico de maletas por doquier y también hay despedidas de soltera. En los bares, terrazas y restaurantes se frotan las manos y se cocinan las anécdotas. «Me han llenado el comedor un grupo de 35 chinos. Chinos de China», cuenta un camarero de un negocio del Realejo. «Vienen del Instituto Cervantes de Madrid, y no levantan los ojos de sus móviles. Cuando les he preguntado qué querían para beber me han respondido:'¿Wi Fi?'».
«Estamos casi llenos, pero no nos conformamos»
Manuel Olivares, portavoz del Ayuntamiento de Granada, explica que «estamos muy contentos por los visitantes. Estamos casi llenos, pero no nos conformamos. Hay que hacer mucho más», explica. Por ejemplo, propone, «hay que desestacionalizar el turismo. Resulta que este puente estamos completos pero entre semana y el resto del año sobran camas libres». Otro aspecto en el que incide es que hay que apostar por «un turismo de calidad, de referencia, porque es exactamente lo que merece Granada». Por esta razón confirma que «estamos a punto de firmar un convenio con el Puerto de Motril para que vengan los cruceros de lujo». Esto supone según el concejal de Ciudadanos que «vengan a la ciudad turistas con potencial económico los días entre semana, que son los que necesitamos llenar». «Es la puerta que estamos abriendo», insiste, para avanzar que «incluso buscamos lograr que esos mismos turistas que llegan en los cruceros de lujo se quedan a pasar la noche en Granada para aumentar las pernoctaciones». «En este aspecto, estamos muy contentos», termina.
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