La Vega de Granada estará conectada por una red pública de 160 kilómetros de itinerarios

Una red que recorre y conecta toda la Vega a partir de unos ejes fundamentales que coinciden con los cauces fluviales (Genil, Monachil, Dílar, Beiro, Juncaril, Chimeneas, Salado y Cubillas), sobre los que se articulan el resto de itinerarios. Este gran entramado, cuya adecuación tendrá un coste de 2,8 millones de euros -este importe incluye señalización, habilitación de áreas de encuentro y programación de actividades-, permitirá no sólo la interconexión entre los veintisiete núcleos urbanos, sino que facilitará la accesibilidad hacia determinados puntos de interés patrimonial o paisajístico como el Alitaje o el Pago de Roma, por citar tan sólo un par de ejemplos.

Este gran proyecto de vertebración forma parte del Plan Especial de Ordenación de la Vega de Granada, un texto que en estos momentos se encuentra en fase de información pública y que es el resultado de muchos meses de trabajo entre y diferentes colectivos ciudadanos. La documentación se puede consultar hasta el 17 de enero en la web de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, donde los interesados pueden formalizar las alegaciones que consideren oportunas.

Según África Roche, jefa de Servicio de Gestión de Planes Territoriales de la Junta, esta Red de Itinerarios de la Vega se podrá transitar a pie o en bicicleta, aunque también estarán permitidos los paseos a caballo. Además, habrá tramos donde estará autorizada la circulación de vehículos motorizados siempre asociados a las tareas del campo. En estos casos se acrecentará las medidas de seguridad para los transeúntes. Los trazados se basan fundamentalmente en el aprovechamiento de los recorridos ya existentes o en dominios públicos, fundamentalmente vías pecuarias, pasillos verdes y servidumbres. Una parte importante de esta malla se encuentra en perfectas condiciones, como los caminos de servicio del Genil. En cuanto a las fases de acondicionamiento, se priorizará la implantación de los denominados 'itinerarios principales', hasta ocho años después de la aprobación definitiva del Plan, prevista para el año que viene. El resto se acometerá de forma progresiva con la expectativa de doce años. La inversión inicial será acometida por la Consejería «sin perjuicio de la participación que los futuros convenios establezcan para las diferentes instituciones».

Tal y como se ha apuntado anteriormente, la Red de Itinerarios de la Vega se articula en torno a los cauces fluviales, que tienen la consideración de 'itinerarios principales'. Los veinte secundarios se distribuyen cinco en la Vega Sur, entre ellos el Pago de Daravenaz; ocho en la Vega Central, entre los que destacan la Acequia de Tarramonta, el Camino Viejo o el Puente de los Vados; y siete en la Vega Oeste como el Soto de Roma, la Ruta Lorquiana o las Choperas.

África Roche comenta que uno de los objetivos principales de la Red es «potenciar el uso orientado al esparcimiento y favorecer la percepción visual de la Vega». Bajo su punto de vista, «esto redundará en su disfrute y salvaguarda». A todo ello hay que sumar el reconocimiento del carácter agrario de la Vega «como valor fundamental e identitario», el aprovechamiento y puesta en valor de los recursos ya existentes, la mejora de la conectividad y la consolidación de los corredores ecológicos y la instalación de las indicaciones en todo el sistema enfocadas a la orientación, información, educación y recreación del visitante.

La Red de Itinerarios de la Vega coincidirá con la nueva Ley de Caminos Rurales de la Junta. «Estamos ante una materia que no tiene una regulación específica autonómica y en la que intervienen distintas administraciones, por lo que consideramos importante dotar a la comunidad de un marco normativo», ha dicho el consejero José Fiscal.