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El panadero de Pinos del Valle viaja todos los días desde 1974 a Los Guájares para que no le falte el pan a sus clientes

El panadero de Pinos del Valle viaja todos los días desde 1974 a Los Guájares para que no le falte el pan a sus clientes

Cuando Juan de Dios comenzó a acudir por carretera de tierra a Guájar Alto, Guájar Faragüit y Guájar Fondón lo hacía con un Citroën ‘dos caballos’ que tardaba casi una hora en realizar el penoso trayecto

Rafael Vílchez

Pinos del Valle

Sábado, 7 de octubre 2017, 10:37

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Se llama Juan de Dios Mingorance Martín y nació en Pinos del Valle el día 13 de diciembre de 1952. Cuando Juan de Dios cumplió los 8 años de edad comenzó a ayudar a sus padres, propietarios de una tahona, a realizar el servicio de reparto de pan por el pueblo con un pequeño carro provisto de un cajón para acunar la olorosa y sabrosa mercancía y tirado por él mismo. Su abuelo Juan también fue un gran panadero. La mujer de Juan de Dios, María Dolores, es también una excelente panadera. Los tres hijos de este matrimonio optaron por dedicarse a otras profesiones.

Juan de Dios, además de surtir a su pueblo de pan casero y otros productos elaborados en su horno alimentado con leña, desde 1974 acude todos los días (durante muchísimos años hasta los domingos) al municipio de Los Guájares, creado en 1973 tras la fusión de Guájar Fondón, Guájar Faragüit y Guájar Alto, para venderles el pan de cada día a sus clientes. En la actualidad existen en Guájar Faragüit dos estupendas panaderías, una de hace muchísimos años y otra de hace poco tiempo. En Guájar Alto y Guájar Fondón no existen tahonas.

Juan de Dios asegura que <>, reconoce este amable y admirable panadero.

El propietario de la ‘Panadería Juan de Dios’ de Pinos del Valle recuerda que por la carretera que va a Los Guájares <>, manifiesta Juan de Dios.

Según Juan de Dios <>, terminó diciendo.

Últimamente, los mayordomos de las fiestas de Guájar Alto, en honor a la Virgen de la Aurora, han homenajeado al panadero Juan de Dios Mingorance dedicándole también un espacio en el programa de fiestas para que pudiese contar algunas de sus muchas anécdotas y vivencias en Los Guájares. Juan de Dios se inclina siempre a realizar el bien, con una comprensión profunda de las personas y sus necesidades, siempre paciente y con ánimo equilibrado en todo momento. Este incansable panadero es tan bueno como su pan y el aceite de oliva de su pueblo natal.

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