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Un municipio con mucha solera

Un municipio con mucha solera

Los siete núcleos del municipio de La Tahá conservan el tipismo de la Alpujarra

RAFAEL VÍLCHEZ

LA TAHÁ

Jueves, 5 de octubre 2017, 09:38

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El municipio alpujarreño de La Tahá está compuesto por los pintorescos pueblos de Pitres, Capilerilla, Atalbéitar, Ferreirola, Mecina, Mecinilla y Fondales. Sus orígenes, según algunos estudiosos, se remontan a la época romana. Todavía hoy podemos encontrar restos arqueológicos que nos hablan de la importancia que tuvo este conjunto de pueblos en el tiempo de los árabes. En esta época llegó a ser famosa la calidad de la seda que producía, sus aguas curativas y las batallas que tuvieron lugar entre los cristianos y los moriscos, siendo ésta la causa que llevó a Felipe II a concederle a Pitres el título de villa, por su valentía.

Actualmente, los turistas y visitantes pueden disfrutar de lugares con mucho encanto, con castaños milenarios, fuentes naturales, lavaderos, ríos, caminos, senderos, eras, pilares, etcétera. También posee vitas excepcionales y excelentes jamones, panes, chocolate casero... Este nido de pueblos blancos es un lugar maravilloso para descansar, pintar, hacer deporte, practicar la fotografía, investigar, estudiar, etcétera. Este variopinto municipio es un lugar idóneo para las personas que huyen del turismo bullicioso y de las ciudades. Este lugar, que cuenta con esmerada oferta turística, artística, gastronómica y cultural, ofrece al visitante el silencio y la frescura de sus valles. Todo esto y mucho más han hecho que en los siete pueblecitos se hayan asentado artistas, músicos, escritores… de España y otros países.

Pitres, digamos que es la ‘capital’ de La Tahá y centro geográfico de la agrupación de pueblos. Dispone de varios barrios que se articulan en torno a una plaza que antiguamente fue lugar de armas durante la rebelión de los moriscos en el siglo XVI. Actualmente, en ella se alza la iglesia, construida sobre los cimientos de una antigua mezquita. Se sabe que en una de sus visitas, Federico García Lorca, se fotografió en la plaza de Pitres. Una instantánea da fe de ello.

Capilerilla es el núcleo más alto del municipio de La Tahá. Desde su privilegiada situación (más de 1.400 metros de altitud) ofrece unas vistas estupendas. Aun conserva restos del templo más antiguo de toda la comarca. En este pueblo vive Eugenio, el sabio hombre del tiempo que a pesar de acercarse a las nueve décadas de vida sigue criando marranos (adquiridos muy pequeños en Pinos del Valle) y trabajando en faenas agrícolas. La fisonomía de Capilerilla conserva un sabor muy genuino con un hábitat disperso. El célebre Nacho Cano tiene casa en este lugar desde hace años.

Atalbéitar, antiguo barrio del veterinario, es un antiguo anejo de Ferreirola y juntos formaban un solo municipio. Está situado bajo un poblado mozárabe de la mezquita de Busquistar. Algunos de sus manantiales tienen propiedades curativas.

Ferreirola, casi oculta por su emplazamiento entre barrancos. Solo la torre de su iglesia nos advierte de su presencia. La calidad de sus fuentes es grande. Centenares de personas visitan cada año la Fuente de la Gaseosa. Dicen algunos expertos que es única en la Alpujarra porque conjuga aguas ferruginosas con gas natural.

Mecina es el núcleo principal del antiguo municipio de Mecina-Fondales. Es el segundo pueblo más grande de La Tahá. Podemos destacar su iglesia y su trazado urbanístico perfectamente adaptado al terreno. También dispone de un manantial de ‘agua agria’.

Mecinilla es una maravilla. El ya desaparecido y recordado pintor José Ortuño la plasmaba todos los años en sus lienzos de lino. Al igual que los demás pueblos cercanos y hermanos posee tinaos y terraos, huertos, paratas y bancales.

Fondales es el pueblo que está más al fondo de un barranco. Su arquitectura apenas ha sufrido cambios, lo que lo convierte en uno de los más puros y bien conservados de la Alpujarra. Tiene un histórico puente medieval que salva el río Trevélez. El camino que dispone de dos aljibes, atraviesa la antigua ruta que unía y sigue uniendo La Tahá con Órgiva. Posee también varias fuentes de aguas minero-medicinales. Por cierto, los días 6.7 y 8 de este mes de octubre celebrará a lo grande sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario. El célebre Juan Aragón (una persona maravillosa que dirige a las mil maravillas el Coro Parroquial de Mecina Fondales) y otros vecinos se encargarán de que todo salga estupendamente. Los actos religiosos los realizará el entrañable párroco de este y otros pueblos de la Alpujarra, Alfonso Aguilar.

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