El 'Matusalén' del Valle de Lecrín

En la aldea de Los Acebuches existe un algarrobo con más de quince siglos de vida que produce cada año centenares de kilogramos de fruto

Miércoles, 13 de mayo 2020, 10:16

Es un árbol milenario, monumental, singular y excepcional. Se puede considerar como el 'Matusalén' de los árboles de la comarca granadina del Valle de Lecrín. ... Según la Biblia Matusalén, abuelo de Noé, vivió 969 años. El algarrobo de Los Acebuches, según algunos entendidos, fue plantado a mediados del siglo V. Los Acebuches es una aldea del pueblo de Ízbor, perteneciente junto a la localidad de Pinos del Valle al municipio de El Pinar. El algarrobo milenario de Los Acebuches, perteneciente a un particular, produce cada año centenares de kilogramos de fruto. El fruto sirve para elaborar varios productos, entre ellos, chocolate.

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El algarrobo de Los Acebuches es uno de los árboles más entrañables de la zona. Es un verdadero monumento natural, un tesoro ecológico, porque posee historia y presencia junto al camino de herradura que va hacia la localidad de Ízbor. Este árbol ha crecido de una manera impresionante y algunas de sus gruesas ramas reposan en el suelo por el peso, lo que no ha sido obstáculo para que este imponente algarrobo siga creciendo y extendiéndose a su alrededor. En Restábal, por ejemplo, también existe otro ejemplar, de un particular, con muchos años de vida.

En otros tiempos el algarrobo milenario de Los Acebuches, de ramaje retorcido, dio alimento en la posguerra, cuando la hambruna generada obligaba a descolgar el fruto que apenas gozaba de consideración. El alimento de los animales salvó la vida de sus dueños y otras personas. En aquellos entonces había mucha hambre. En otros tiempos también dio sombra y cobijo a enamorados. En la antigüedad las semillas del fruto del algarrobo fueron el patrón original del quilate, la unidad de peso utilizada en joyería para pesar gemas y joyas debido al tamaño y peso notoriamente uniforme de las semillas.

Antiguamente en Los Acebuches residía mucha gente. Ahora viven pocas personas. Esta pedanía llegó a poseer escuela, tiendas y tabernas. Antes de hacer la escuela los niños iban andando a Izbor para aprender a leer, escribir y hacer cuentas. Los vecinos de este lugar, en otros tiempos, iban andando o subidos en mulos a otras partes. Muchas personas emigraron a Francia y otros países para poder prosperar. Desde que hicieron la carretera Granada-Motril, el transporte público tiene una parada junto al denominado túnel de Ízbor.

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