Iconografía al calor de una nueva piel

De este modo, la granadina utiliza el color oro de forma uniforme en toda la figura, dándole una nueva piel al animal, un aspecto distinto al de la pieza original que, de forma sutil, conecta con la memoria del espectador para evocar historias y mitos, como la encarnada por el vellocino de oro. «Es inevitable hacer esa relación y ya trabajaba con esta lectura inmediata», asegura la doctora en Pintura. Un trabajo de reinterpretación que está presente en gran parte de su obra, en la que Lozano profundiza en la anulación representacional de los objetos y la conversión de los elementos en realidades diferentes. No obstante, la profesora de la Universidad de Granada puntualiza que su propuesta se aparta radicalmente de su trayectoria artística previa, en la que se mezclan proyectos políticos basados en la enumeración de clichés y estereotipos, la investigación del paisaje desde una perspectiva analítica u obras fotográficas que superan la frontera bidimensional para expandirse por la instalación y el espacio. «Esta muestra es un proyecto muy específico y creo que nadie ha hecho una intervención literal de su trabajo en la figura», opina Lozano, para quien lainiciativa ha resultado «muy interesante», al permitir a los artistas participantes «salir de la zona de confort» y atreverse a «proyectar sus trabajos en otros lugares y contextos».