Granada comienza el 'curso' hidrológico con los pantanos un 23% más llenos que hace un año

En cualquier caso, conviene no lanzar las campanas al vuelo. Por lo pronto, la predicción que ha realizado la Agencia Estatal de Meteorología apunta un otoño más seco, aunque con una probabilidad de precipitaciones normal en esta estación del año. Y es que, a pesar de que la pasada primavera fue la más lluviosa desde 1920, las consecuencias de varios años de escasez se hacen patentes nuevamente en las presas de Granada después del verano. En junio había unas reservas de 586 hectómetros cúbicos y ahora estamos en 490. Una bajada propiciada básicamente por la campaña de riego y por la evaporación inherente a las altas temperaturas de este periodo estival que poco a poco va tocando a su fin. La cuestión es que, según los 'Informes de sequía' que publica mensualmente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dos de los grandes sistemas de abastecimiento de la provincia, Cubillas-Colomera y Hoya de Guadix, han pasado de 'normalidad' a 'alerta' y 'prealerta', respectivamente.

Según las constantes climáticas, los mejores registros pluviométricos en Granada se dan en el último trimestre del año. Concretamente en noviembre y diciembre. Es decir, el nivel de almacenaje debería mejorar en el medio plazo.

Los augurios de las cabañuelas sí invitan al optimismo. A diferencia de las previsiones del Aemet, Emilio Muros, cabañuelista afincado en Otura, comenta que el otoño será húmedo y que habrá incluso nieves tempranas. Muros comenta que, a partir del comportamiento de determinados animales, se confirma la posibilidad de agua para octubre.

Los embalses granadinos se sitúan en estos momentos por debajo de la mitad de su capacidad de almacenamiento. Se hallan al 48%. Unos cinco puntos por debajo de la media de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (54,2%). Las infraestructuras que acaparan menos recursos son Quéntar, con 9,5 hectómetros cúbicos, y Cubillas, 11 hectómetros. En el otro lado del fiel de la balanza están el Negratín, con 263 hectómetros cúbicos, y Canales, con 57 hectómetros.

Esta última infraestructura, que estos meses atrás se ha alimentado de las corrientes procedentes de las cumbres de Sierra Nevada, se halla al 81%. Una buenísima noticia ya el suministro doméstico de Granada y de varias localidades del área metropolitana dependen de su caudal. También de más de 3.000 hectáreas de explotaciones agrícolas en la Vega de Granada. Esta campaña se ha podido regar sin ningún problema y, en consecuencia, tampoco ha sido preciso tirar de los pozos de emergencia, construidos a mediados de los noventa, que sí han sido imprescindibles en los últimos años para que los campos no se secaran y garantizar su potencial productivo.

Los aportes hídricos de este año están favoreciendo el desarrollo vegetativo de cultivos tan importantes para Granada como el olivar. Hay mucho fruto en los árboles, aunque los rendimientos industriales dependerán en última instancia de las lluvias otoñales. Ayer por la mañana cayeron unas gotas y cabe la posibilidad de que haya nuevos chubascos la semana que viene. Tanto las temperaturas máximas como las mínimas descenderán unos cuatro grados en los próximos días.