R. V.

La Fuente de la Gaseosa de Ferreirola se convierte en uno de los lugares más visitados de La Alpujarra

Los orígenes de este pueblo se remontan a la época romana y durante el periodo de la ocupación árabe fue uno de los más importantes de la zona

Rafael Vílchez

Ferreirola

Lunes, 26 de agosto 2019, 18:47

La Fuente de la Gaseosa, situada muy cerca del casco urbano de Ferreirola, un pueblo pequeño y encantador, perteneciente desde 1975 al municipio de La ... Taha, es visitada por muchas personas de dentro y fuera de España. Esta fuente se caracteriza, entre otras cosas, porque posee mayor concentración en gas que otras fuentes de La Alpujarra. La Fuente de la Gaseosa se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos del municipio de La Taha.

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La Fuente de la Gaseosa –según un vecino de Ferreirola, Ramón Jiménez Iglesias- «estuvo ubicada hace décadas en un terreno más apartado del pueblo propiedad de la familia Mendoza. Y como se encontraba algo alejada, las autoridades y los vecinos de Ferreirola decidieron ubicarla en un lugar más cómodo y más cercano al pueblo junto a un viejo camino de herradura. Algunos habitantes aconsejaron instalar la conducción del agua y la Fuente de la Gaseosa en el mismo casco urbano, en la zona de las Cuatro Esquinas, pero esa propuesta no prosperó por diversos motivos», manifestó este alpujarreño.

Las aguas carbogaseosas –según los expertos- contienen una concentración mayor de 250 mg/l. de carbónico libre. Los baños gaseosos tienen múltiples beneficios: producen estímulos respiratorios, dilatan los vasculares, aumentan la contracción fibra miocárdica y funcionan de sedantes del sistema nervioso vegetativo. Por vía oral son estimulantes de la secreción gástrica y del peristaltismo intestinal. Aplicadas en baños a temperatura 33-35º C mejoran las enfermedades cardiacas crónicas, las enfermedades vasculares y los reumatismos.

Los orígenes de Ferreirola se remontan a la época romana y en él se encuentran numerosos restos arqueológicos que demuestran su importancia durante la ocupación árabe. Su nombre significa 'pequeña mina de hierro' y es un diminutivo de Ferreira. Históricamente Ferreirola era cabeza de municipio con el anejo de Atalbéitar.

Ferreirola es uno de los pueblecitos de La Alpujarra con más encanto. Este pueblo está ubicado dentro del Sitio Histórico de la Alpujarra Media y La Taha, y tiene su trama urbana y entorno protegidos como Bien de Interés Cultural. Su enclave lo hace partícipe de numerosas rutas de senderismo. Este pueblo ha sabido salvaguardar sus costumbres, cultura y arquitectura tradicional.

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Los manantiales de aguas minero-medicinales son algo frecuentes en la Alpujarra. Desde muy antiguo se sabe que sus especiales características físico-químicas producen efectos beneficiosos para la salud. Su composición puede ser muy variada, desde las desmineralizadas a las mineralizadas, desde las frías a las termales y desde las gaseosas a las normales. En la mayoría de los casos predominan en La Alpujarra las aguas ferruginosas o agrias de alto contenido en hierro y en menor medida las gasificadas de forma natural.

Es muy conocido el desarrollo que alcanzaron las termas en la época romana, extendida a lo largo de todo el imperio. También, en el periodo de la dominación árabe se hizo un uso generalizado de la cultura del agua en todas sus vertientes, incluido el desarrollo de instalaciones balnearias.

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En La Alpujarra existen un gran número de manantiales de aguas curativas y minero-medicinales: en Lanjarón, el Barranco de Poqueira, La Taha, Pórtugos, Bérchules, Alpujarra de la Sierra, Válor, Cádiar, Cástaras, Lobras, Nevada… Muchos de los manantiales de La Alpujarra están desaprovechados y si los ayuntamientos y las instituciones competentes los pusieran en valor construyendo al menos zonas para baños y algunas pequeñas infraestructuras, respetuosas con el medio ambiente, se potenciaría esta clase de recursos.

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