Descubren un zulo tras el frigorífico de su casa en Íllora donde cultivaba 1.000 plantas de maría

En esta operación ha sido investigado el propietario de la vivienda, un varón de cuarenta y cinco años de edad con antecedentes policiales, como presunto autor de un delito contra la salud pública por cultivo de droga y de un delito leve de defraudación de fluido eléctrico.

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Esta operación antidroga ha sido fruto del trabajo de investigación del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Loja. Los agentes de este equipo averiguaron que en una vivienda de Alomartes un vecino de esta localidad estaba cultivando cannabis sativa de manera intensiva y que además el número de plantas que poseía era muy importante. Antes de proceder al registro domiciliario los agentes hicieron unas pesquisas que corroboraron la información que habían recibido, como comprobar que el consumo de electricidad en esa vivienda muy superior al consumo medio de una vivienda unifamiliar.

Durante el registro los guardias civiles recorrieron la vivienda y no encontraron ninguna planta en un primer momento. Sin embargo perseveraron en el esfuerzo y en la cocina, al mover el frigorífico, los agentes encontraron una trampilla por la que tuvieron que reptar para acceder a un zulo que estaba dividido en dos plantas y en las que se repartían las 1 100 plantas de marihuana intervenidas.

La Guardia Civil también localizó con la ayuda de los operarios de Endesa la doble acometida ilegal a la red eléctrica que alimentaba los potentes focos halógenos, los aparatos de aire acondicionado y los filtros de carbono que hacen posible el cultivo «indoor» de estas plantas en un sótano de una vivienda.