Un incendio forestal pone en jaque a Güéjar Sierra durante doce horas

«Hoy no hay incendio fácil», advertían desde el Infoca desde el primer momento. Sabían a lo que se enfrentaban en una jornada con las circunstancias más adversas posibles, y por eso atacaron el fuego con todos los medios disponibles. El Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía movilizó 55 bomberos forestales más técnicos de operaciones, agentes de medio ambiente, un camión autobomba y cuatro medios aéreos, en concreto un avión pequeño de carga en tierra, tres helicópteros y el superpuma.

«Gracias a Dios hemos tenido suerte de que no ha habido otros incendios importantes y han podido concentrar los medios aquí. La reacción fue rapidísima, a los cinco minutos de dar el aviso llegó el primer helicóptero», explicó el alcalde de Güéjar Sierra, José Robles, que cifró en más de ochenta profesionales los que en total trabajaron sobre el terreno. Robles no tenía palabras para dar las gracias no sólo a todos ellos sino también a los trabajadores municipales que se incorporaron a sus puestos sin que se lo pidieran para ayudar y a los vecinos que se movilizaron para echar una mano.

«Los bares, restaurantes comercios han hecho bocadillos y café, incluso han ido vecinos a por un mayor que estaba en un cortijo, todos los concejales están aquí ayudando, ha sido una reacción impresionante del pueblo», contaba emocionado. También el delegado territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Manuel Francisco García, siguió las tareas de extinción sobre el terreno hasta última hora de la tarde.

Desde el principio las rachas de viento les hicieron «temer lo peor», que el incendio se propagara y abriera nuevos frentes. Sin embargo poco más de dos horas después del inicio de las labores de extinción, el Infoca determinaba la «evolución favorable del fuego», y por tanto la fase de estabilización. No obstante, aún quedaba una titánica lucha que se prolongaría durante horas, dificultada por el episodio de calor y las pendientes escarpadas de la zona, según explicaba David Rodríguez, director del centro operativo del Infoca. Pasadas las once de la noche aún no se había anunciado la fase de control. Durante todo el tiempo permaneció cortada la carretera de Hazaballas y se impidió el acceso a las fincas agrícolas. Algunas de cerezos han resultado afectadas de lleno por el fuego, por lo que las pérdidas para sus propietarios se presumen cuantiosas.

«El incendio ha sido un desastre, han ardido castaños de 200 años, pero aún así para lo que podía haber pasado podemos decir que se ha quedado en un susto. El fuego se ha quedado a cien metros de las encinas, si las hubiera alcanzado, esto hubiera sido imparable», concluía anoche el regidor.