La CHG inspecciona los cañones antigranizo de una empresa tras recibir varias denuncias

Aseguran que estas instalaciones eliminan o merman las precipitaciones en la zona, lo que dificulta que puedan sacar adelante sus cosechas de cereales, almendra y pistachos. Alertan de que perjudican los pastos y agua para el ganado. La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) denuncia que esta modificación artificial del ciclo hidrológico se aprueba solo bajo la autorización de la Administración del Estado o por aquellos a quien esta autorice. En este caso, Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), a quien Asaja Granada se ha dirigido por escrito para que aclare si la empresa puede utilizar estos sistemas.

El organismo, preguntado por este diario, indicó que no ha otorgado ningún permiso. Pero la mercantil asegura que esta instalación no necesita la licencia porque los cañones antigranizo «no rompen el ciclo hidrológico ni evitan o disminuyen las precipitaciones», explican. Según aseguran fuentes de G's España, el sistema solo disminuye el grosor del granizo para que el impacto sobre la superficie sea menor y no se destruyan los cultivos. Y añaden que no hay evidencias de que su funcionamiento rompa las nubes o incida en la formación de las mismas.

Los dos cañones, que se instalaron hace tres meses, tienen un perímetro de influencia de 500 metros, lo que mide la finca, por lo que desde la empresa confirman que no afecta a otros cultivos.

El equipo de gobierno de la localidad afirma que se ha reunido con técnicos de medio ambiente para evaluar posibles perjuicios y con Subdelegación del Gobierno para conocer si la instalación es legal, una resolución que debe determinar la CHG.

La alcaldesa de Cúllar, Ana Belén Martínez, cuenta que conocieron la ubicación de los cañones en la pedanía hace varias semanas y que sus posibles efectos sobre la fauna y el medio ambiente hizo saltar la alarma social entre los vecinos. Las escasas precipitaciones en la zona preocupa a los habitantes que viven del cultivo por si los cañones disminuyen las lluvias.

La empresa convocó una reunión informativa con los habitantes para aclarar las dudas sobre el impacto que el sistema podría tener sobre el pueblo. Además, la mercantil comprobó durante el periodo de pruebas que el impacto de sonido de los cañones no llega al núcleo urbano de Venta del Peral. Una asociación de habitantes de la pedanía también ha convocado sesiones informativas para que la población conozca la influencia de los cañones sobre los terrenos.