La carretera de Granada con un abultado historial de siniestros: «Cada vez que hay un accidente, se nos encoge el corazón»

El primer siniestro tuvo lugar en las inmediaciones del municipio almeriense de Huécija. Un vehículo se salió del asfalto y el conductor quedó encarcelado en su interior. Pese a los esfuerzos de los equipos de rescate y los médicos, no sobrevivió.

La jornada siguiente, esta vez en el tramo de A-348 que une las localidades granadinas de Torvizcón y Cádiar, una motorista sufrió una caída y tuvo que ser trasladada urgentemente a un centro hospitalario. Eso ocurrió a media mañana y a primera hora de la tarde, otra persona que viajaba en moto se dejaba la vida en la tortuosa vía alpujarreña.

Fue un fin de semana particularmente dramático –el peor en el último lustro–, pero llovía sobre mojado. La A-348 acumula un abultado historial de percances de circulación. Según los datos facilitados a IDEAL por la Jefatura Provincial de Tráfico, en 2017 hubo 26 accidentes –más de dos al mes de media– que dejaron un herido grave y 16 leves.

El año anterior, 2016, se registraron 17 siniestros en los que resultaron lesionadas diez personas, una de ellas, de consideración; en 2015, hubo otros 17 choques, con un muerto, tres heridos graves y nueve leves;y en 2014, trece, con una decena de afectados, dos de ellos, de forma severa.

En 2018, la situación, lejos de mejorar, ofrece unos datos inquietantes: sólo en lo que va de año, ha habido siete siniestros en los que han perdido la vida dos personas y tres más han resultado heridas. «Cada vez que hay un accidente, se nos encoge el corazón», describe el alcalde de Cádiar, Javier Martín Cañizares el estado de ánimo de los habitantes de la zona. El regidor alpujarreño, que ha denunciado con reiteración las deficiencias de la A-348, recuerda que «todos sabemos» de vecinos que han sido víctimas de accidentes, y «eso que nosotros conocemos el terreno», puntualiza, al tiempo que explica que la carretera es frecuentada por motociclistas y los amantes de la bicicletas.

A finales del pasado mes de marzo, Martín Cañizares se asomó a las páginas de IDEAL para advertir de que los derrumbes de tierra amenazaban la seguridad de una vía que, de por sí, ya es complicada. Pues bien, al día de hoy, la situación es parecida. «El otro día me puse a contar desprendimientos y lo dejé cuando llegué a treinta», detalla.

A su juicio, la A-348, sobre todo en el tramo que discurre por Torvizcón y Cádiar, nació defectuosa y necesita una revisión «integral». En este sentido, reconoce que la Junta de Andalucía, que es la titular de la carretera, actúa con diligencia cuando se produce una emergencia y los árcenes se comen el asfalto, pero con eso «no basta». La carretera en cuestión, según su experiencia, precisa una reparación duradera.