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Mayka posa delante de una parte del belén de Huétor Tájar, una de sus 'obras'. CHAPA
La artífice cultural de un pueblo

La artífice cultural de un pueblo

Mayka Gómez. Técnica del área de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Huétor Tájar ·

Es la promotora y coordinadora de actividades culturales y de ocio -como el Belén Monumental- que han supuesto un revulsivo para esta población

NOELIA JIMÉNEZ

Sábado, 15 de diciembre 2018

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A sus cuarenta y pocos años, Mayka -como todos la conocen en Huétor Tájar- lleva toda la vida 'inventando', ideando cosas para su pueblo, para que se crezca, para que «guste a los de dentro y a los de fuera», dicen los que le conocen. A iniciativa, ganas de trabajar, tiempo de dedicación e ideas innovadoras no le gana nadie, detallan las personas que le ven cómo trabaja de lunes a lunes, y hasta altas horas de la madrugada en algunas ocasiones, cuando se acerca la Navidad o la fecha del zoco andalusí, dos de sus grandes iniciativas.

«Aunque nadie lo sea, ella es indispensable. Hay pocas personas como Mayka», la valora Antonio Pérez, uno de sus más estrechos colaboradores en el montaje del Belén Monumental. Con iniciativas como el sorprendente belén -hecho manualmente en la mayor parte por su equipo y por ella- y con otras actividades multitudinarias como el Zoco Andalusí, Mayka Gómez, «ha situado a Huétor Tájar en el mapa, aunque parezca exagerado», llega a comentar su amigo Antonio P. Jiménez.

La conoce casi de toda la vida, y como todos los que están cerca de esta 'curranta' de la cultura hueteña, destaca de ella su capacidad de trabajo bajo presión, su dedicación sin horario, su creatividad y su carácter resolutivo. «No hay nada que se le resista. Todo lo que se propone y se le pasa por la cabeza lo consigue», afirma también su madre, Carmen Reinoso, que, como su progenitora que es, sabe que Mayka -maestra de formación- no ha parado quieta nunca. «Desde que era niña ha sido muy 'mandona' en el mejor sentido de la palabra. Se apuntaba a todo y todo lo hacía. Puso en marcha el aula de teatro y desde muy joven, cuando aún estudiaba, empezó con la animación en fiestas. Luego puso en marcha los campamentos juveniles...», explica Carmen.

Mayka lleva desde 2000 en el área de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Huétor Tájar. Y, desde que se estaba construyendo el teatro de la localidad -la Casa de la Cultura- ya ideaba cómo aprovechar el auditorio para el aula de teatro que ella coordina y cómo sacar el máximo rendimiento a una instalaciones que eran todo un hito en la actividad cultural de un municipio de poco más de 10.000 habitantes. Luego vino el belén, hace diez años. Mayka estaba cansada de ver cómo el belén municipal no acababa de gustar. «No venía nadie. Y ella pensó que había que cambiar aquello», recuerdan sus amigos y vecinos, personas de su entorno que, de una forma u otra, también colaboran con esta hueteña en las mil cuestiones que van necesitando el belén y otras actividades culturales que han 'catapultado' a Huétor, como el Zoco Andalusí.

El belén que lo cambió todo

Probó haciendo un belén que reprodujera Huétor y entonces la idea gustó. Ese año las visitas se dispararon. Al año siguiente vino la necesidad de incorporar rincones de toda la comarca, la Navidad siguiente escenarios provinciales... y así hasta llegar al año en que Mayka y sus colaboradores montaron el patio de los leones de la Alhambra, que no dejó indiferente a nadie. Aquello marcó un antes y un después en el belén monumental de Huétor, visitado cada año por decenas de miles de personas de toda España, pero también supuso nuevos retos para este montaje, que no ha dejado de crecer con recreaciones tan conseguidas como la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, las casas colgantes de Cuenca, la plaza de Chinchón, el teatro romano de Mérida o el acueducto de Segovia.

«Sí, a veces ha pensado en tirar la toalla. Son muchos días sin descanso, mucho tiempo dedicado. Y aunque cuenta con muchos apoyos, también tiene sus sinsabores», asegura Félix Alarcos, el marido de la impulsora de la intensa y ya conocida actividad cultural hueteña. «Ella no cuenta las horas; ve cosas, contempla la posibilidad de hacerlas en su pueblo, se marca objetivos y va a por ellos», detalla su pareja, que, como su hija Elena, apenas ve en fechas estratégicas a la alma mater de la cultura de Huétor.

Aunque los que le rodean saben que «le cuesta desconectar», con su caravana y algunos kilómetros de distancia deja el estrés y su «incesante labor creativa» de lado. «Es de las pocas personas que, cuando más agobiados estamos en el equipo preparando cosas, piensa en algo nuevo que hacer o que mejorar», relata su compañero en el Nacimiento, al que conoció cuando ella impartía un taller belenístico. Porque Mayka se atreve con todo. Sin ir más lejos, el año pasado, cuando falló el escultor que iba a hacer el elefante de la cabalgata, Mayka no dudó en ponerse con la motosierra y esculpir el animal ella misma. «Tiene habilidad, es perfeccionista y, además, entusiasta», la califican.

«Curados de espantos» aseguran estar todos los que están en la vida de Mayka, que «no deja de crear porque disfruta lo que hace», afirma su marido. Pero además de «trabajadora incansable», Mayka es convincente. Y arrastra a todos con sus ideas, cada año superadas para hacer propuestas como el belén más y más grandes. «Este año ha querido que Huétor no sólo sea el Belén Monumental, que la gente entre al pueblo y tenga más alicientes. Y por eso se propuso crear una ruta de belenes y lo consiguió», cuenta su madre, uno de sus grandes apoyos junto a su pareja.

Su entorno laboral -que es enorme porque cada vez implica a más gente- dice que «trabajar con ella es ilusionante y contagia; aunque es muy exigente con ella misma y con los demás, al final te gana con su sonrisa». No hay duda que Mayka Gómez y sus ideas para dinamizar Huétor y aumentar su proyección provincial y regional han surtido efecto. Un antes y un después para la ciudad, que sigue nutriéndose de las ideas de esta mujer.

«Ahora estoy centrada en la Torre Alquería», adelanta Mayka, preparada para hilvanar escenificaciones teatrales o cualquier fórmula que siga promocionando un pueblo con más vida cultural y de ocio que muchas ciudades.

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