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Lucas posa desde la habitación del hospital donde se encuentra convaleciente.
Un indigente recibe una brutal paliza de un grupo de adolescentes

Un indigente recibe una brutal paliza de un grupo de adolescentes

Este 'sin techo' lleva dos años viviendo en un coche en el Cinturón Metropolitano, la noche del jueves le rompieron una costilla y tiene otras dos astilladas

José Ramón Villalba

Martes, 21 de marzo 2017, 14:11

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Un grupo de adolescentes propinaron una brutal paliza a un indigente en las proximidades del polideportivo de Albolote el pasado jueves sobre las 21 horas. La víctima, de 54 años, permanece hospitalizado desde el pasado viernes con una costilla fracturada y dos astilladas como consecuencia de la agresión.

«Salí de ducharme del polideportivo tras pedir permiso, como siempre, y sin ningún problema. Llevaba unos pantalones anchos y unos chavales que no tenían ni media guantazo empezaron a meterse conmigo, a decirme si era marica y esas cosas. Me fui al grupo y me enfrenté a ellos, entonces de repente se me echaron encima, me tiraron al suelo y me empezaron a dar patadas, puñetazos, golpes en la cabeza, en las piernas, en todo el cuerpo. Y creo que me pegaron con un hierro también», contó ayer Lucas, la víctima, desde la habitación del Hospital Virgen de las Nieves donde está ingresado.

Este hombre de 54 años lleva dos viviendo en un coche en el Cinturón Metropolitano de Granada. Unas veces estaciona el vehículo en las proximidades del polideportivo de Albolote, otras lo hace en Maracena y las menos en el Polígono de Asegra. «Llevo ocho años viviendo en la calle, he pasado temporadas en Málaga y otras en Almería. Aquí en Granada llevo desde hace dos años y nunca me había pasado nada igual en esta provincia», comentó ayer.

Tras la brutal agresión y echando sangre por la boca, según su testimonio, decidió entrar al polideportivo a enjuagarse un poco. Asegura que en la zona, aunque era de noche, había gente mayor en el bulevar Lucilo Carvajal de Albolote que lo vieron, pero no mediaron. Él volvió al coche y decidió pasar la noche como pudo. «Me dieron una buena paliza, pero yo creía que no iba a necesitar ir al médico». Pero se equivocó. «Por la mañana, a las ocho y media, llamé al 112 porque no podía más, estaba reventado por todos lados. No me podía mover. Una ambulancia vino a recogerme al Polígono de Asegra donde pasé la noche en el coche». A partir de ahí, lo llevaron a las Urgencias del Hospital del PTS donde pasó la noche del viernes y posteriormente lo trasladaron al Virgen de las Nieves. Ya suma cuatro días hospitalizado.

«Alguna noche he dormido en el albergue de Granada»

  • Lucas lleva ocho años viviendo en la calle, en Granada sólo dos. Duerme en un turismo que lo va moviendo de sitio entre Albolote, Polígono de Asegra, Maracena y otros municipios próximos para no llamar mucho la atención. Se dedica a coger chatarra. «Antes trabajé en la agricultura y en la construcción, pero eso ya se terminó. Desde hace ocho años me he movido entre Málaga, Almería y Granada buscando polígonos industriales donde poder coger chatarra y después venderla. Unos días tienes más faena, otros menos», explica desde la habitación del hospital donde se encuentra ingresado.

  • Lucas asegura que en alguna ocasión ha dormido en el albergue municipal de la calle Varela. «Alguna vez he dormido en el albergue de las monjas de Granada, pero no me gusta que me den nada gratis. Prefiero buscarme la vida en la chatarra y pagarme la comida. En el coche me apaño como puedo», advierte y antes de terminar subraya que la vida en la calle no es fácil.

«No he presentado ninguna denuncia, de momento, aunque sí quiero ponerla para que esto no se quede así. Era un grupo de siete u ocho chavales adolescentes, que no levantaban medio palmo del suelo. Sé que hubo testigos de lo que me pasó, aunque la gente no quiere complicarse la vida», apunta.

Huida

Tras dejarlo tumbado en el suelo y ensangrentado, los agresores se dieron a la fuga. «Unos se fueron en un coche blanco y otros tiraron por un descampado en dirección al cuartel de la Guardia Civil de Albolote. Yo no pude ver la matrícula porque estaba hecho polvo en el suelo. Uno de ellos cogió un hierro y me dio o lo intentó. No me acuerdo bien, yo lo vi con el hierro», advierte.

Lucas quiere borrar de su memoria lo ocurrido la noche del pasado jueves. Aunque el problema se le plantea ahora durante su convalecencia. «Los médicos me han dicho que cuando me den el alta no puedo dormir en el coche porque estoy muy fastidiado. No sé qué haré, porque a mí lo de los albergues no me gusta, allí hay mucho 'pirao'».

Lucas perdió a sus padres hace años. «Tengo un hermano con minusvalía que vive en otra provincia, pero somos nueve, unos están en Francia, otros en Barcelona y otros en Mallorca . A muchos no los veo desde hace bastante tiempo».

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