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Control de velocidad móvil instalado en una carretera nacional.
¡Atención, radar móvil!

¡Atención, radar móvil!

La DGT aumenta la vigilancia en 30 tramos peligrosos de vías convencionales. En total, más de 368 kilómetros

Juanjo Cerero

Miércoles, 23 de noviembre 2016, 02:22

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Es un acto casi reflejo. Leer 'Por su seguridad. Control de Velocidad' y levantar el pie del acelerador. Media apenas un nanosegundo. Carteles azules de grandes dimensiones salpican los principales tramos de autovía de la provincia. Son un aviso a navegantes, en este caso a conductores, de que si no echan el freno pueden encontrarse a la vuelta de unos días con una multa en el buzón. En total, la provincial cuenta con 14 radares fijos. Puntos marcados en el mapa y conocidos de sobra por los que se ponen al volante de un vehículo que, en caso de despiste, serán advertidos por las vallas. En su mayoría en autovías como la A-44 o en la A-92, aunque también en vías autonómicas, como la A-308 o provinciales, caso de la A-3303.

Pero el férreo control que ejerce la Dirección General de Tráfico (DGT), calificado por algunos colectivos de conductores como de «afán recaudatorio» sin paliativos, no siempre es estático. La DGT ha actualizado la lista con los tramos bautizados como INVIVE. Esto es, puntos sometidos a una Intensificación de la Vigilancia de la Velocidad. En Granada son un total de 30 tramos de 18 vías convencionales (no autovías) que suman 386,6 kilómetros. Como su propio nombre indica, serán objeto de mayor celo por parte de los agentes de la Guardia Civil, que aumentarán los controles de la velocidad ya sea mediante medios policiales o automáticos: los temidos radares móviles.

Tráfico justifica que no son puntos elegidos sin ton ni son. El criterio es el resultado del cruce de dos parámetros que pueden entenderse como las dos caras de la misma moneda: los reiterados excesos de velocidad detectados y la alta siniestralidad, no necesariamente con resultado de víctimas mortales. En concreto, son tramos donde la DGT ha constatado entre los años 2010 y 2014 aumentos de la accidentalidad y también de la mortalidad asociados, precisamente, a que se pisa el acelerador más de la cuenta.

Panel anaranjado

Los planes de Tráfico pasan por colocar indicadores de que los radares andan al acecho. Tras el verano se anunciaba que todos estos tramos contarán con una señalización específica: un panel rectangular de fondo anaranjado con el pictograma 'Velocidad controlada por radar' que se ubicará bajo otros indicadores, ya sean limitaciones de velocidad o prohibiciones de adelantar. De momento, el listado, que se actualiza periódicamente, es público y los conductores pueden consultarlo en la página web de la DGT.

En esta relación en vigor de vías secundarias en las que se debe tener más cuidado hay cinco carreteras nacionales, una provincial y el resto son autonómicas y dependientes de la Junta de Andalucía para su conservación. Si esta lista se compara con la emitida hace unos meses se observa una reducción de la peligrosidad en las carreteras provinciales, si se aplica el criterio de la DGT, y un aumento en las autonómicas, que habitualmente suelen contar con un mejor asfaltado y más anchura.

Menos vías provinciales

El total de kilómetros sometidos a esta vigilancia especial con radares móviles se reduce además en 187, al pasar de los 555 kilómetros sobre los que se puso el foco en marzo de este año a los 386 actuales. Si se compara con la relación del primer trimestre, las carreteras provinciales pasan a tener un papel casi testimonial frente a las cinco de ese listado y ganan protagonismo las nacionales, con dos incorporaciones, y las autonómicas, con otras dos. Entre los tramos señalados por la DGT como especialmente peligrosos para la circulación, hay puntos de la Carretera de Córdoba (N-432), de la Costa (N-340), y de la playa (N-323) y, especialmente, de la zona norte de la provincia, caso de la A-330 o de la A-344. La única carretera provincial incluida en el 'paquete' de intensificación de la vigilancia de la velocidad es la GR-6400, que une la Cruz del Bujeo con el límite con la provincia de Málaga, aunque el tramo afectado es sólo el que discurre entre los kilómetros 0 y 2,25.

En las nacionales, destaca la N-340, antigua carretera de la Costa utilizada para acceder a Almuñécar, Salobreña y Motril. Su tramo 'peligroso' se extiende a lo largo de 70 kilómetros. Mientras, en la N-323a, la antigua carretera que unía Bailén con Motril, se señalan casi 23 kilómetros divididos en cuatro subtramos.

En la capital

En la capital granadina, se incluye en el listado la A-4006 o distribuidor norte en sus 2,75 kilómetros de longitud. Por su parte, la A-330, que une Cúllar con Puebla de Don Fadrique, ya en el norte de la provincia granadina, se someterá a este control especial a lo largo de 65 kilómetros, junto con la A-334 entre Baza y Santa Bárbara o la A-308, en Iznalloz.

La asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) rechazó en su día el criterio con el que se elabora este listado y valoró que existe un trasfondo recaudatorio. Según afirmaron, cuentan con sus propios estudios de siniestralidad y las carreteras marcadas sobre el mapa en rojo por la DGT no casan con las que ellos manejan.

Tráfico advirtió, por su parte, de que la selección de los tramos donde se intensificará la vigilancia se hace tomando los índices de peligrosidad, lo que no significa que no se vayan a controlar otros puntos de la red de carreteras de la provincia granadina.

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