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José Ramón Villalba
Jueves, 18 de junio 2015, 01:41
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Un técnico de la Junta de Andalucía se personó el pasado martes en Órgiva para hacer efectiva la renuncia de un inquilino a una vivienda de protección oficial que ocupaba en la localidad de Órgiva. Mientras el técnico de la Junta de Andalucía, según han narrado distintos testigos a este periódico, se encontraba firmando papeles con el inquilino saliente, dos personas, entre ellas una mujer embarazada, se metieron en la vivienda que dejaba el anterior morador, echaron el pestillo y allí se encerraron.
La Guardia Civil se personó en la zona, pero los ocupantes de la vivienda no depusieron su actitud y se hicieron fuertes dentro del piso. Los agentes pasaron la tarde y noche del martes, así como la jornada de ayer, haciendo guardia en el inmueble para evitar que los ocupantes ilegales de la vivienda pudieran meter muebles o cualquier otro tipo de enseres en la vivienda.
Los agentes del instituto armado estaban ayer a la espera de que la autoridad judicial se pronunciara para autorizar o no la entrada a la vivienda en aras de proceder al desalojo de este inmueble. Las últimas noticias recibidas por este periódico confirmaban que la pareja mantenía ocupada la vivienda de protección oficial de Órgiva.
Lo curioso de esta ocupación ilegal es que una de las dos personas que estaba dentro del piso reside en otro piso del mismo edificio alpujarreño. Según han manifestado testigos de este incidente, los ocupantes ilegales reclamaban un techo para otros miembros de su amplia familia y decidieron hacerse con la vivienda tras el desalojo del anterior inquilino.
La Guardia Civil estaba pendiente de la orden judicial para actuar y proceder, si lo autorizan, al desalojo.
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