"No puede ser él"
Los vecinos de Dúrcal se muestran sorprendidos ante la detención del profesor de Religión y la Junta pide al Arzobispado que lo retire
Antonio Sánchez
Miércoles, 26 de noviembre 2014, 09:25
Dúrcal se despertó ayer con la noticia de que el profesor del instituto de la localidad, Sergio Q. M., se encontraba detenido por el caso ... de los presuntos abusos sexuales en la Iglesia de Granada. Llevaba unos días sin poder dar clase en el centro y ahora el pueblo entiende por qué. La noticia estaba en boca de cualquier conversación entre vecinos, pero nadie daba crédito a la información que había trascendido. «No puede ser él», afirmaba contundente una madre, que contaba cómo su hija llegó a casa llorando, incapaz de asumir que su profesor de Religión se encontraba implicado en la carta que Daniel envió al Papa. «Los niños lo apreciaban mucho, no me lo explico y no me lo creo», machaca la mujer.
El sentimiento en esta localidad de poco más de 7.000 habitantes era ayer de sorpresa y incredulidad. En la plaza de la iglesia Inmaculada Concepción del pueblo los lugareños apostaban por la inocencia del docente. «Ha tenido que ser un error y pronto volverá a dar clase en el pueblo, seguro», contaba un vecino de avanzada edad, que precisa que se trata de uno de los «mejores profesores» que ha tenido su nieto.
Sergio Q. M. llevaba cerca de una década dando clase en el instituto Alonso Cano. Sus compañeros de claustro tenían orden ayer de no hacer declaraciones, pero caminaban con rostro serio al final de las clases. El acusado era un profesor muy apreciado dentro del centro académico y aseguran que colaboraba con cualquier actividad académica que se planteaba. En la puerta del colegio no existía ninguna sospecha sobre él. «Esto es un pueblo pequeño y si hubiera hecho algo indebido lo sabríamos», relata una madre a la que no le preocuparía que el profesor volviera a las aulas.
Este maestro de Religión no residía en el pueblo y se desplazaba todos los días que tenía clase desde Granada. Se encontraba inmerso en una investigación universitaria tiene formación como químico y echaba una mano también al departamento de Ciencias del centro académico, al que suministraba algunos materiales para la docencia de forma extraordinaria. «Un profesor comprometido con el colegio y con el pueblo», decía sobre él el responsable de uno de los bares de la plaza.
Dúrcal llamaba ayer a la calma. El rechazo al caso de los abusos sexuales era unánime, pero se invitaba a confiar en la presunción de inocencia de Sergio Q. M. «Si es culpable, que cumpla condena, pero estoy segura de que no es él», sentenció la madre de un alumno.
No opinaba igual la Junta de Andalucía, que urgió al Arzobispado de Granada a retirar la idoneidad para impartir clases al profesor de Religión detenido de forma «rápida y contundente». La delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta en Granada, Ana Gámez, señaló que el arresto de este profesor ha causado gran «conmoción» y «sorpresa» en el centro.
Gámez consideró que el Arzobispado tenía que haber actuado de forma más contundente, cuando tuvo conocimiento de los hechos, dado que estuvo «dando clases hasta el pasado viernes». La Junta trasladó a la Iglesia granadina que tiene la intención de contratar otro profesor como «medida cautelar» para que «no se incorpore a las aulas» en el caso de que quede finalmente en libertad.
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