El cambio climático provocará pérdidas millonarias en la agricultura y el turismo

Regiones como Andalucía, cuya economía depende mucho de la agricultura y el turismo, son muy sensibles al cambio climático, sobre todo si se cumplen las previsiones más pesimistas. Las pérdidas en la provincia podrían ser de centenares de millones de euros en el peor de los casos. Un estudio publicado por la Comisión Europea prevé una reducción del 20% en la producción agrícola, así como miles de millones en pérdidas para el sector turístico del sur del continente por exceso de calor.

Si no se hace nada para remediarlo, en 2080 la temperatura media en el sur de Europa subirá 3,1 grados y las lluvias disminuirán un 19% en invierno y un 35% en verano. El impacto económico de estos cambios será de un 3% del Producto Interior Bruto de los países de la zona sur: España, Italia, Grecia, Portugal y Bulgaria. Es lo que afirman los autores de la 'Proyección de los Impactos Económicos del Cambio Climático en Sectores de la Unión Europea', elaborada por el Joint Research Centre (Centro de Investigación Común), de la Comisión Europea.

Ese 3% es la merma media que se espera en estos países, pero las economías poco industrializadas o excesivamente dependientes de los sectores primarios serán más castigadas. «Nosotros no podemos valorar el impacto económico a nivel local, pero está claro que existe una asimetría en la distribución del daño que perjudica claramente a los países del sur de Europa», explica a Ideal Juan Carlos Císcar, coordinador del estudio y director del Instituto de Prospectiva Tecnológica de Sevilla.

En el avance de la campaña agrícola 2013-2014, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente calculó una producción de frutas y hortalizas de 3,4 millones de toneladas, lo que supondría para los productores una facturación de aproximadamente 1.768 millones de euros al precio medio actual, de 0,52 euros el kilo. En el peor escenario previsto, la producción se vería reducida a 2,7 millones de toneladas y, con los mismos precios, la facturación a 1.414 millones. Y eso solo en frutas y hortalizas. La sequía y el incremento de precios que se derivaría a los piensos también provocaría pérdidas millonarias a las ganancias de los ganaderos y otros productores.

Por otra parte, los efectos en el turismo podrían ser aún mayores, ya que el aumento de temperaturas podría ser un impedimento para visitar Granada. Y las olas de calor extremo serán más habituales y más duraderas a medida que avance el siglo. Sin embargo, siempre quedará la primavera y el otoño. En este sentido, las características del turismo granadino, muy regular durante todo el año, hacen que las pérdidas puedan no ser tan grandes como serían en una zona que se dedique exclusivamente al 'sol y playa'.

Más muertes por calor

Pero Císcar recuerda que el estudio prevé otro tipo de efectos como el incremento de los incendios forestales, un subida espectacular de las muertes por patologías relacionadas con las altas temperaturas, daños por inundaciones y problemas de suministro de agua en las zonas que más sufren la sequía, entre otras. «Tenemos dos escenarios posibles: en el primero no hacemos nada y las temperaturas suben 3,1 grados, en el segundo reducimos la emisión de gases invernadero y otras causas del calentamiento para limitar la subida a 2,4 grados», explica el economista.

Otra línea de medidas que se plantean son las llamadas «de mitigación», esto es, las que van encaminadas a adaptarnos a los cambios que sufra el clima. En lo que se refiere a la salud pública, Císcar propone sistemas de alerta sanitaria y los conocidos consejos contra el calor, que ya conocemos todos los que vivimos en el Sur. En la agricultura, «podrían ser necesarias políticas de cambio de cultivos por otros que se adapten mejor a las realidades climáticas» y mejorar la eficiencia de los sistemas de riego, entre otras.