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Asistentes a un duelo, guardando la distancia de seguridad en el exterior de una de las salas de velatorio. J. A. M.
El primer funeral en el cementerio de Granada en fase 1

El primer funeral en el cementerio de Granada en fase 1

El camposanto de San José vuelve a acoger duelos en sus salas de tanatorio. Solo la cafetería permanece cerrada. La verja está abierta y todo se adapta a la 'nueva normalidad'

José Antonio Muñoz

Granada

Lunes, 18 de mayo 2020, 13:27

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La fase 1 ha llegado al cementerio de la capital, el de San José, ubicado junto a la Alhambra. Desde primera hora de la mañana, se ha ido sucediendo la llegada de familiares de los finados, que han ido ocupando sin novedad las salas de velatorio. Marina López, de Granada, acaba de perder a su abuelo por causa no relacionada con la Covid-19. El fallecimiento se produjo ayer por la noche y esta mañana han realizado la ceremonia religiosa y el posterior sepelio a las 12.00. Ha sido el primero de los que se han celebrado en la capilla del cementerio desde el cierre total de las instalaciones el pasado 30 de marzo. «Dentro de lo complicado que es todo», asegura, «estamos observando que se cumplen todas las normas, tanto de personas que puede haber dentro de la sala de duelo como de instalación de dispensadores de gel, etcétera. Así que dentro de lo que cabe, todo está siendo normal».

Del mismo modo, se ha adaptado la capilla donde se celebran las ceremonias religiosas, colocando unos círculos azules que indican dónde se pueden sentar los asistentes, limitando el aforo a un tercio del total, como marca la ley. La distancia entre el celebrante y los asistentes es más que suficiente, por lo que no se ha requerido adaptación.

Los bancos de la capila, con las indicaciones de dónde sentarse.
Los bancos de la capila, con las indicaciones de dónde sentarse.

Como recuerda el director gerente de Emucesa, José Antonio Muñoz Rodríguez, «durante este tiempo ha habido varias etapas: la primera, entre la declaración de estado de alarma y el 30 de marzo, en que tuvieron lugar velas y ceremonias porque no se dio orden de cerrar los tanatorios. Desde esa fecha hasta ayer hemos estado sin actividad en este aspecto. No ha habido vela, las ceremonias religiosas se han limitado a responsos cuando la familia los ha pedido, y no hemos podido prestar servicios de marmolistas, ni de esquelas, ni de floristería». Durante la segunda etapa, «solo tres personas han podido asistir a la inhumación o a la cremación, y en casos en que los fallecidos lo han sido a consecuencia de la Covid-19 o de las que tenemos sospechas de que hayan podido fallecer por la pandemia, no se ha levantado la tapa del féretro en ningún momento, y va a seguir sin levantarse». En este aspecto, Muñoz asegura que «nunca sabremos cuántas personas han muerto a consecuencia de la pandemia, dado que hemos recogido muchos cadáveres en domicilios, y el certificado de defunción no especificaba la causa de la muerte».

Adaptación

Durante este tiempo, Emucesa adaptó su mecánica de funcionamiento a la nueva situación, en algunos periodos, con problemas para conseguir los EPI -han debido usar los mismos equipos que los médicos en las UCI al ir a recoger los cuerpos-, aunque según el gerente, la seguridad ha estado garantizada, y el personal ha hecho frente a la situación «con gran entereza y profesionalidad». Para hacer más llevadero el trance del duelo, y gracias a las excelentes relaciones que Emucesa tiene con el Teléfono de la Esperanza, se han ofrecido unos pequeños dosieres sobre cómo sobrellevar el duelo en estas circunstancias tan especiales, redactados por la psicóloga Rosa Melchor, y que han sido entregados a las familias.

Las oficinas, con mamparas de seguridad para la atención.
Las oficinas, con mamparas de seguridad para la atención. J. A. M.

Tal y como afirma el gerente de Emucesa, «hasta ayer, solo podían asistir tres personas y el sacerdote a los responsos, que no podían durar más de cinco minutos. A partir de hoy, iremos recuperando la normalidad. Los cementerios hemos estado en una situación de vacío legal, ya que no se nos conminaba a cerrar, pero tampoco se nos decía cuándo abrir». En este sentido, Muñoz, que también preside la asociación que agrupa a los cementerios y funerarias municipales de España, informa que el cementerio se abrió la semana pasada, por dos razones: la primera, por ese vacío legal que no decía si podían abrir o no (a pesar de que la inmensa mayoría cerraron), y la segunda, porque había una importante demanda de familias que estaban preguntando si podían acudir a visitar los lugares de último descanso de sus seres queridos. También asegura que en ningún momento se ha superado la capacidad de acoger cadáveres de que dispone la instalación, que supera el medio centenar, pero «si la epidemia hubiera sido de gripe y no se hubieran establecido las limitaciones que la ley ha marcado, queda una vez más patente la insuficiencia de salas de velatorio de que Granada dispone en la actualidad».

La apertura gradual de los comercios de marmolistas, floristeros, etcétera, se produjo también a lo largo de la pasada semana, y esta mañana, el cementerio ha recuperado su 'vida' normal. Aunque no había una gran afluencia de personas –el autobús urbano que sube hasta el camposanto venía prácticamente vacío-, sí que había algunas que habían subido a visitar la tumba de sus seres queridos. Tal es el caso de María Crespo, quien ha perdido a la hermana de su madre durante la crisis del Covid-19 por causa del virus y había venido a ver el nicho donde se había colocado el féretro, para encargar la lápida. «No he estado afectada», comentó, «y mi madre me ha dicho que venga a hacer los primeros trámites». «Poco a poco, todo se irá regularizando», según asegura el gerente de Emucesa, «y nuestras oficinas están ya preparadas para recibir cuantas consultas haga el público».

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