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La Policía Local acude a investigar una supuesta violación y se encuentra con un cotillón ilegal

La Policía Local acude a investigar una supuesta violación y se encuentra con un cotillón ilegal

En esos momentos había unas doscientas personas en el interior de la nave que acogía la fiesta

Carlos Morán y José Ramón Villalba

Granada | GRANADA

Miércoles, 2 de enero 2019, 01:02

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Eran las seis de la madrugada de este pasado 1 de enero de 2019 cuando un comunicante llamó el teléfono de emergencias 112 para advertir de que una mujer estaba siendo agredida sexualmente por un grupo de hombres en el Camino de Purchil de Granada.

De inmediato, el 112 alertó a las fuerzas de seguridad y varias dotaciones de la Policía Local se desplazaron rápidamente hasta el lugar señalado por la persona que había dado el alarmante aviso. El paraje en cuestión estaba cerca de las instalaciones que la empresa Emasagra tiene en la Vega, aunque a escasa distancia de la ciudad.

Los patrulleros no encontraron ningún indicio de la presunta violación múltiple, pero se percataron de que salía un ruido de fiesta de una nave situada en la zona. Intrigados, se acercaron hasta el edificio y comprobaron que, efectivamente, estaba sirviendo de 'sede' de un cotillón de Nochevieja.

Aunque estaban prácticamente convencidos de que aquello no podía ser legal (la ubicación y otros factores apuntaban en esa dirección), los agentes de la Policía Local preguntaron por los organizadores de la celebración y les reclamaron que les mostrasen los oportunos permisos y autorizaciones, pero, según informaron fuentes del cuerpo, no pudieron exhibir ningún papel.

En este sentido, comunicaron a sus interlocutores que iban a ser denunciados por montar una macro fiesta de Nochevieja al margen de la ley.

Además, los policías desalojaron el local sin que se produjese ningún incidente. En esos momentos había unas doscientas personas en el interior de la nave que acogía el cotillón clandestino, tal y como confirmaron los medios consultados a IDEAL.

Los 'clientes' habían abonado veinte euros por cabeza para poder acceder a la fiesta.

Agresión descartada

Por lo demás, los agentes que llevaron a cabo la operación insistieron en sus pesquisas para tratar de averiguar qué había de cierto en el inquietante aviso que les había llevado hasta allí, pero no dieron con ningún testigo que validase la denuncia de que una mujer podía haber sufrido una agresión sexual en grupo en aquel lugar. No había víctima ni nada que corroborase lo que anunció el comunicante.

De hecho, los patrulleros terminaron por descartar que se hubiese producido el ataque.

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