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en Trapagaran

Una bomba de ETA destroza una empresa constructora en una localidad vizcaína

Segundo artefacto de la organización terrorista en tres días en pleno debate sobre la posibilidad de una tregua

COLPISA | BILBAO

Viernes, 17 de febrero 2006, 01:00

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La clase empresarial vasca fue anoche de nuevo objetivo prioritario de la banda terrorista ETA, que colocó una bomba en la nave que ocupa la empresa Otaduy, dedicada a la construcción, en un polígono industrial situado entre la localidades vizcaínas de Barakaldo y Trapagaran. La explosión no causó daños personales pero sí desperfectos materiales de consideración. Fuentes del Departamento vasco de Interior vincularon el atentado con la campaña de extorsión de ETA a los empresarios.

Un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA informó a las diez de la noche, en llamada al diario Gara, de la colocación de la bomba contra la empresa Otaduy, dedicada a la construcción, ubicada en el polígono industrial Aurrera, en la conocida como carretera de San Vicente, entre Barakaldo y Trapagaran, perteneciente a esta última localidad.

La Ertzaintza estableció con rapidez un amplio dispositivo de seguridad que incluyó el corte de la circulación por carreteras secundarias y por la red principal. El corte afectó a la autopista A-8, que une Santander con San Sebastián, a su paso por las localidades vizcaínas que acogen el polígono industrial.

A las once en punto de la noche, se produjo una fuerte explosión controlada por los especialistas en desactivación de explosivos de la Ertzaintza que se escuchó a varios kilómetros de distancia.

Pese a ser controlada, la deflagración causó daños materiales de consideración en algunos empresas del polígono industrial que serán evaluados con las primeras luces del día.

Campaña de extorsión

Según el Departamento vasco de Interior, el artefacto contenía entre cinco y seis kilos de explosivo, posiblemente cloratita.

Esta mañana los artificieros de la Ertzaintza trabajan en el lugar de los hechos, para determinar la cantidad exacta de explosivo que contenía el artefacto, así como el tipo concreto del mismo utilizado.

La Consejería que dirige Javier Balza vinculó la explosión a la campaña de extorsión de la banda terrorista a los empresarios y recordó, en este sentido, el atentado con coche bomba cometido esta misma semana por ETA contra una discoteca en un centro comercial de la comunidad foral Navarra.

Y es que, en el plazo de tres días, ETA ha colocado dos artefactos explosivos coincidiendo con el debate sobre la posibilidad de una tregua de la organización terrorista. El pasado martes, ETA reivindicó la explosión de una furgoneta bomba en el párking de una discoteca de la localidad de Urdax, en el norte de Navarra, que tampoco provocó heridos pero sí cuantiosos daños materiales.

El de la noche de ayer es ya el séptimo atentado que ETA ha perpetrado en lo que va de año, coincidiendo con la escalada continua de rumores e informaciones sobre un próximo anuncio del abandono de las armas, al menos temporal, de la banda terrorista.

La Cebek exige a ETA "el cese de la extorsión"

La Confederación Empresarial de Vizcaya (Cebek) ha expresado hoy su "más enérgica repulsa y condena" por el atentado perpetrado anoche y ha exigido a ETA "el cese de la extorsión y el abandono definitivo de la violencia".

La patronal vizcaína también ha mostrado , a través de un comunicado, la "solidaridad y total apoyo tanto a la empresa como a los trabajadores", y ha destacado que los empresarios vascos "han sido y son un factor determinante para el logro del desarrollo económico y social de Euskadi y de todos sus ciudadanos".

Por ello, afirma que "los actos de violencia como éste suponen un lastre terrible para Euskadi, la convivencia y el bienestar de las personas de este país".

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