El largo historial delictivo de un vándalo que actúa en silla de ruedas

Sin ir más lejos, este periódico publicó hace año y medio una crónica de un individuo que se había apostado en la puerta de una céntrica perfumería de la capital para orinarse en la zona de entrada y, no contento con ello, entró con su silla de ruedas y en un ataque de irascibilidad decidió tirar al suelo todos los productos que se mostraban en distintas estanterías de este comercio.

También hace unos meses, irrumpió en un bar del mismo entorno dando voces y lanzando improperios contra los clientes y camareros de este local. Tampoco se olvidó de lanzar amenazas de muerte contra esta gente. Se mantuvo así hasta que llegaron varios agentes de la Policía Local y lograron calmarlo.

Este tipo de escenas cada vez se repiten con más frecuencia en bares y tiendas del entorno de Plaza Nueva, Bib-Rambla, Mesones, Puentezuelas, Alcaicería, Alhóndiga, Plaza de la Trinidad, Reyes Católicos, Recogidas o Puerta Real, entre otros.

Días atrás, la central de la Policía Local de Granada recibió una llamada que advertía de la presencia de un individuo en silla de ruedas al que le faltaba una pierna y que iba arrojando objetos a la calzada, creando situaciones de peligro para el tráfico rodado, vociferando, haciendo sus necesidades en la vía pública, así como manteniendo otros comportamientos incívicos.

Cuando los agentes llegaron, el individuo había dejado un reguero de contenedores de basura arrojados por el suelo, con sus bolsas esturreadas por mitad de la calzada, además de por las aceras. Incluso estuvo a punto de provocar un accidente de tráfico.

Finalmente fue localizado en la calle Reyes Católicos, donde aceleró su marcha tras detectar la presencia de los agentes de la Policía Local de Granada. Tras su breve huida, los agentes le dieron alcance en la calle Príncipe de la capital granadina. Allí propinó varios manotazos a los agentes antes de ser identificado. Los policías se lo llevaron detenido después de comprobar que se encontraba en busca y captura para que se personase en uno de los juzgados donde tiene una causa judicial abierta.

Este hombre, de nacionalidad española, no sólo ha generado problemas en comercios y bares, también se ha convertido en un habitual de los desmanes en los andenes del metro e incluso dentro de los vagones, donde ha protagonizado episodios desagradables como hacer sus necesidades sin importarle en ningún momento la presencia de la gente, o comenzar a insultar a los pasajeros sin tener motivo alguno.

Un policía nacional consultado por este periódico asegura que siempre que se le ha detenido o bien lo han llevado a un hospital donde ha sido ingresado en la unidad de psiquiatría o tras ponerlo a disposición judicial ha quedado en libertad con cargos. «Origina muchos problemas en los bares y en las tiendas de la zona Centro, así como en la vía pública, donde no para de hacer actos vandálicos que generan mucho malestar entre la ciudadanía», apunta este policía.

Este individuo se ha convertido en una auténtica pesadilla y el problema es que nadie pone remedio día sí y al otro también se convierte en protagonista de un nuevo acto vandálico en la zona más frecuentada de la capital granadina. Este individuo tiene más de una veintena de detenciones, la mayoría por actos vandálicos y, al menos, hay cuatro juzgados de instrucción de la capital granadina que tienen alguna causa abierta contra este hombre, la pesadilla del Centro.