El Parque Industrial de Escúzar se expande con obras en marcha que suman 45 millones
La construcción de la gran plataforma de Lidl y la fábrica de Rovi están ejerciendo de tractores del polígono, donde el suelo se ha revalorizado
La crisis económica de 2008 pasó como un tsunami por los cuatro millones de metros cuadrados de terrenos del Parque Metropolitano Industrial y Tecnológico de ... Escúzar y dejó paralizado su desarrollo durante siete años, en los que prácticamente no se movió un ladrillo ni se vendió una parcela. La crisis del coronavirus, sin embargo, ha pasado ahora de largo por el mayor polígono industrial de Granada que vive un periodo de expansión impulsado por la atracción de nuevos proyectos empresariales que suman una inversión de 45 millones en las instalaciones que se están levantando en estos momentos, según los datos de las licencias municipales de obras recabados por el Parque Tecnológico.
Se trata del presupuesto de las obras de construcción, sin tener en cuenta la inversión en equipamientos y el precio del suelo, que multiplican la cifra de inversión final que suman los nuevos proyectos empresariales.
La plataforma logística del gigante de la alimentación Lidl y la nueva planta de heparinas que construye Laboratorios Farmacéuticos Rovi suponen la punta de lanza de esta nueva etapa de florecimiento del parque empresarial. Se le suman las recién estrenadas instalaciones de la multinacional Iffco, que ya están operativas y proyectos más pequeños como la nueva fábrica de Interbread, distribuidora de panadería de Santa Fe que está construyendo unas nuevas instalaciones en Escúzar con la previsión de que estén operativas para finales de este año.
Las obras de la gran plataforma de Lidl, que se levanta sobre una parcela de 132.000 metros cuadrados de los que 58.000 estarán ocupados por la nave, comenzaron esta primavera y suponen una inversión de 35,4 millones de euros, tan solo en los trabajos de construcción. Se trata del proyecto empresarial de mayor dimensión de todos los instalados hasta ahora en el parque.
En la parcela, con muros perimetrales de hormigón, puede verse ya que los movimientos de tierra han finalizado y ha comenzado la cimentación de la plataforma que permitirá a la compañía ampliar sus infraestructuras logísticas en la región andaluza. Lidl cuenta con plataformas en Málaga y Dos Hermanas (Sevilla) y desde Granada surtirá a los supermercados de Andalucía Oriental. La fecha de finalización del proyecto que apuntan desde el Parque empresarial es la primavera de 2023.
El mismo horizonte temporal, el año 2023, barajan para la puesta en funcionamiento de la planta de heparinas de Rovi, que se levanta en una parcela de 40.000 metros cuadrados.
«Las obras avanzan a buen ritmo y el proyecto de la nueva planta de Escúzar evoluciona de acuerdo a los plazos y el calendario que habíamos previsto. Esperamos que en el segundo trimestre del 2022 la planta esté preparada para iniciar el proceso de autorización por parte de las autoridades», explican fuentes de la farmacéutica, que estimaron en 201 puestos de trabajo los requeridos para la construcción de la fábrica.
Las cifras
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132.000 El de Lidl, en una parcela de 132.000 metros, es el mayor proyecto en dimensión
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30% Con los nuevos proyectos se pasa de una ocupación del 15 al 30% de la superficie
La nueva planta está destinada a la producción de heparinas de bajo peso molecular y permitirá duplicar la capacidad de producción que tiene actualmente Rovi en su planta del Parque Tecnológico de la Salud.
La inversión total del proyecto se ha estimado en 32 millones de euros «aunque creemos que el importe finalmente será superior a lo previsto», apuntan desde Rovi. Con estos nuevos proyectos, el parque alcanzará una ocupación empresarial del 30% de su superficie, un porcentaje que dobla el que estaba operativo, con empresas ya instaladas hace apenas dos años.
Pero además, el avance de la candidatura granadina para albergar uno de los aceleradores de partículas del proyecto del acelerador de partículas IFMIF-Dones, que ha anunciado la licitación de los tres primeros edificios, abre grandes expectativas de desarrollo futuro para el parque, donde la UGR construirá un centro de investigación de materiales y negocia la adquisición de 35.000 metros cuadrados más para futuras instalaciones al calor de este proyecto. Tanto los edificios del acelerador como el de la Universidad tienen que estar finalizados en el horizonte de 2023, ya que se financian con fondos europeos.
«Aunque el sí no es definitivo, la sensación que tenemos todos es que el proyecto viene a Escúzar, por ello hemos reservado 150.000 metros cuadrados de parcelas de uso tecnológico propiedad del Parque para proyectos de investigación o empresariales que puedan venir en relación con el acelerador», explica el gerente del Parque Metropolitano Industrial y Tecnológico de Escúzar, Sergio González.
Un «cambio de escala»
«Más que un efecto acelerador lo que estamos ya percibiendo es el efecto locomotora de Lidl, que está haciendo interesarse a otras empresas proveedoras o de logística por el polígono», apunta el gerente. Aunque por el momento no hay fechas para nuevas obras, hay empresas potentes que han adquirido suelo en el polígono con la intención de implantarse a medio o largo plazo.
Es el caso del grupo logístico granadino Lanjatrans, que ha comprado una parcela de 30.000 metros y de la también granadina –aunque el nombre lleve a engaño– Harrison Sport Nutrition, que se ubica en el polígono Juncaril y acaba de adquirir otros 40.000 metros en Escúzar.
La cadena BigMat, de productos para profesionales de la construcción, ha puesto su nombre también a otra parcela de diez mil metros cuadrados que se quedó colgada en la anterior crisis y donde otra empresa llegó a iniciar una estructura que ha permanecido años en esqueleto.
«Notamos un cambio de escala, antes nos pedían parcelas de entre cinco y diez mil metros cuadrados y ahora los proyectos que llegan requieren parcelas de 30.000 a 100.000 metros cuadrados», analiza el gerente del Parque. Pero el salto no solo es cuantitativo. «Otro punto muy importante es el cambio de proyectos exclusivamente locales a la llegada de multinacionales que están viendo en el parque un sitio ideal», subraya satisfecho el gerente. El efecto directo de los buenos vientos que soplan para el polígono de Escúzar es la revalorización del precio de este suelo tecnológico e industrial, que llegó a desplomarse y a estar bajo mínimos durante una década.
El parque culminó su urbanización en 2007 y apenas había dado sus primeros pasos cuando se vio arrollado por la crisis. Algunas de las grandes empresas del sector de la construcción que tenían parcelas en el parque se fueron a pique y las parcelas pasaron a manos de los bancos, que llegaron a tener el 15% del suelo del parque. Las parcelas que eran propiedad de entidades bancarias están de día de hoy ya en manos de empresas e inversores, lo que ha supuesto un punto de inflexión para revalorizar los terrenos, junto a las expectativas que generan el aterrizaje de grandes proyectos empresariales y el acelerador. De los 87 propietarios iniciales, quedan alrededor de medio centenar que han visto sus parcelas revalorizadas. Se llegó a tocar suelo con el metro cuadrado a 20-25 euros mientras que ahora cotiza al doble y con perspectivas al alza», concluye el gerente.
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