Patrimonio de Granada
El Palacio de los Condes de Castillejo será un hotel de cinco estrellas en el RealejoEl edificio del siglo XVI, cuyo diseño se atribuye al mismísimo Diego de Siloé, será restaurado y adaptado a alojamiento con quince habitaciones
Corría la primera mitad del siglo XVI. Los reyes cristianos practicaban reformas en el barrio de la judería de Granada. Y en este contexto, se ... construyen una serie de palacios renacentistas en el Realejo que, más o menos desvirtuados, han llegado erguidos hasta nuestros días. Uno de los más espectaculares, el Palacio de los Condes de Castillejo, en situación casi ruinosa, fue comprado hace un año por un millón de euros por la empresa granadina Dávila Fortress, especializada en la restauración de edificios históricos.
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Si no se producen mayores contratiempos, el Palacio de los Condes de Castillejo, cuyo diseño se atribuye al mismísimo Diego de Siloé, se convertirá a principios de 2026 en un flamante hotel de cinco estrellas en el corazón del Realejo. Por lo pronto, ya se ha realizado una primera intervención de emergencia para garantizar la sujeción de toda la estructura.
«Nuestra intención –comenta Ramón Rivero, uno de los socios de Dávila Fortress– es que los trabajos comiencen en 2023 y se desarrollen durante un periodo de dos años». «El objetivo es ir eliminando, poco a poco, todos los añadidos sin valor para acercarnos lo más posible a su estado primigenio», explica Ramón Rivero. «Todo ello –añade– estará integrado en el futuro alojamiento de lujo, que contará con quince habitaciones de las cuales seis serán suites». Hablamos, por ejemplo, de los frescos que han aparecido en uno de los salones. A expensas de que se realicen las catas murarias, ya se han identificado pinturas que son del siglo XVI y otras que se efectuaron en 1870, en la gran reforma realizada en el Palacio por la octava generación de Condes de Castillejo. Es decir, José María Campos y Matilde Cervetto –como curiosidad, el rostro de esta última aparece repetida en uno de los frisos–.
Si usted se sitúa delante de su fachada principal, la que da a la calle Ballesteros, podrá identificar fácilmente una serie de elementos característicos de la arquitectura de esa época. Hablamos del escudo de armas de los Condes de Castillejo –en un estado de conservación bastante lamentable, por cierto–, las columnas en esquina –un recurso muy utilizado por el gran Andrés de Vandelvira– o los aleros de ladrillo aplantillados –los puede ver, también, en la iglesia de San Nicolás o en la basílica de San Juan de Dios–.
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Edificio añadido en el siglo XX
Fernando Acale, redactor del proyecto de restauración, explica que el actual inmueble del Palacio de los Condes de Castillejo es realmente la unión de dos edificaciones.La del siglo XVI y una ampliación que se realizó en 1902, aprovechando la reordenación urbanística que supuso el trazado de la calle Capitanía, la que une San Matías con la plaza del Padre Suárez, más conocida en Granada como la plaza de los Tiros –donde está el restaurante Alacena de las Monjas–.
Esta prolongación también tiene su valor, ya que lleva el sello de Juan Montserrat.Es decir, del mismo arquitecto que hizo, por ejemplo, el mítico Hotel Colón de la Gran Vía. «Este agregado reproduce los mismos esquemas que el Palacio del XVI, por lo que, a simple vista, la sensación es de unidad», asegura Acale.
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El Palacio de los Condes de Castillejo se estructura básicamente en dos plantas. El acceso desde la calle se realiza a través de un zaguán que fue empleado como cochera para los carruajes.De hecho, aún existe un abrevadero para los caballos en una de las ventanas. A continuación hay un patio, que tuvo una fuente, rodeado de estancias. Ahí arranca una escalera de mármol que lleva al primer piso, donde estaban los dormitorios y algunas salas de estar. También existía un torreón que, en principio, se podría vincular a usos agrícolas.
Un palacio que se covirtió en la Escuela Normal de Maestros
El Palacio de los Condes de Casatillejo ha tenido multiples usos a lo largo de estos quinientos años. El edificio fue residencia nobiliaria hasta mediados del siglo XIX. Los espectaculares alfarjes del techo del zaguán, por ejemplo, son un vestigio de que aquel pasado esplendoroso. Según el pormenorizado estudio histórico realizado por Fernando Acale, redactor del proyecto de restauración y adaptación del inmueble en hotel de cinco estrellas, en 1883 se convirtió en sede de la Escuela Normal de Maestros, una función que se mantuvo hasta 1930, cuando la institución se trasladó hasta la Gran Vía –lo que hoy día es la Junta de Andalucía–.
En 1902, con los cambios urbanísticos en la manzana, se añadió una construcción que reproduce los recursos estilísticos del propio Palacio. ¿El motivo? Habilitar viviendas para explotarlas en régimen de alquiler, al igual que ocurrió con muchos de los bloques que se estaban levantando en la Gran Vía. No es casual que el arquitecto fuera el mismo que el del Hotel Colón,Juan Montserrat.
Después del traslado de la Normal, la propiedad pasó a un catedrático de Medicina de la Universidad de Granada. El Palacio se transformó luego en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, después en la Academia Fidias y por último, en 1993, en una inmobiliaria.
El Palacio, que no tiene la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), se encuentra en un estado de conservación deficiente.Tanto es así que debido a la estructura del patio, que se sostiene tan solo sobre cuatro columnas –lo normal por sus dimensiones es que fuera sobre ocho–, se han producido una serie de patologías que han obligado a una primera actuación de emergencia.
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