Orce, un radical viaje en el tiempo
Ayer no les conté el tormentón que cayó sobre Orce. Fue una cosa descomunal, con el agua corriendo por las calles y arrastrando a su paso las sillas de plástico de las terrazas de los bares. Duró aproximadamente una hora y nos deparó un espectáculo inigualable. En ocasiones, la lluvia es un arte, como bien cantaba Siniestro Total
JESÚS LENS
Miércoles, 15 de agosto 2018, 00:47
Después de la lluvia quedó el aparato eléctrico, con el cielo iluminado en mil y un colores mientras los truenos reclamaban nuestra atención, como si ... de un espectáculo de pirotecnia se tratase.
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Tiene mucho sentido que el tiempo atmosférico nos brinde semejante 'performance' artística en el norte de la provincia, donde lo telúrico se funde con la contemporaneidad más radical. Por ejemplo, en el Castillo de Orce o Alcazaba de las Siete Torres, impresionante fortaleza de origen medieval convertida en centro expositivo de arte contemporáneo, con el nombre de José Saramago.
Entramos un poco antes de que cayera el diluvio universal, con el aire cargado de electricidad y oliendo ya a lluvia. Y nos encontramos con los 'Hallazgos' del artista multidisciplinar Javier Seco, una exposición abierta hasta el 21 de agosto y a la que el propio artista hará visitas guiadas desde el próximo jueves hasta el domingo. Se trata de una colección retrospectiva de piezas dotadas de un imprescindible humor, ácido y surrealista, que incluye una descacharrante y 'Genuina tomadura de pelo de artista en huelga de arte'.
Tal y como nos indica Javier, se trata de una exposición interactiva y participativa en la que, por ejemplo, hay cartelas escondidas en diferentes partes del Castillo, todo un reto para el espectador. Así lo explica Miguel Ángel Tidor, el comisario de la muestra: «'Hallazgos' es una exposición diferente, poco habitual... El artista no ha mostrado, organizado o propuesto obras, simplemente se ha lanzado a un juego. Son piezas construidas con hallazgos, con objetos cotidianos que el artista supo ver en un contexto plástico-creativo, expuestos en una localidad donde los hallazgos arqueológicos han marcado su idiosincrasia». Muy recomendable.
Al día siguiente, la tormenta es un lejano recuerdo, hace un sol de justicia y, al terminar de desayunar en la Plaza Vieja de Orce, mi Cuate Pepe y yo nos damos de bruces con un buen amigo: Juan Pérez, que está pasando el verano en la carretera, llevando diferentes espectáculos artísticos por toda la provincia. Le acompaña el director del 'Parapanda Folk' de Íllora y aprovechamos para comentar las bondades de esta vida nómada y en constante movimiento, traslación vital del llamado «móvil perpetuo», máquina hipotética -e imposible- que, tras un impulso inicial, podría seguir funcionando eternamente gracias al principio de conservación de la energía.
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Y así, con energías renovadas, entramos en el Palacio de los Segura, un imponente edificio donde se encuentra la Oficina de Turismo y en el que hay otra interesante y reivindicativa exposición, de tapices en este caso. 'Crónica de un ecocidio anunciado' se puede disfrutar hasta el 19 de agosto y la obra de Raquel Montesinos, Carmen Santamaría y Julieta Beneito nos invita a reflexionar sobre los atentados del hombre contra la naturaleza.
Mi Cuate y yo damos una vuelta por el palacio, entre rígidas armaduras metálicas y sólidos artesonados de madera; todos los sentidos alerta y los oídos bien abiertos, que estamos en un lugar propicio para los 'poltergeist', coto de fantasmas y proclive a los fenómenos extraños, según la leyenda popular.
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Todo comenzó tras la Reconquista, cuando Gonzalo de Segura recibe un inmenso patrimonio de parte de Enrique Enríquez, tío de Fernando el Católico. Estamos a final del siglo XV y el recién nacido linaje de los Segura irá engrandeciendo su fortuna gracias a sus buenas dotes como ganaderos, convirtiéndose en la familia más rica del Altiplano. Es entonces cuando comienza su leyenda negra: en el siglo XVII, Andrés de Segura-Nieto será llevado al Tribunal de la Inquisición, acusado de hechicería. ¿Es usted impresionable, querido lector? ¿Está usted desayunando o tomando un aperitivo? ¡Ojito con atragantarse, que vamos a sumergirnos en los mismísimos autos de la Inquisición!
«Por la noche, después del toque de ánimas, don Andrés de Segura y su hermano pasaban al país de los moros, donde se entrevistaban con el rey de allá, para realizar juntos magia blanca y negra». A partir de ahí, hay testimonios de que los Segura beberían sangre de niño degollado, además de babas y sebo de las tripas; utilizados en extraños ritos esotéricos. ¿Da o no da yuyu?
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Para relajarnos, nos vamos a Fuencaliente, una piscina natural a las afueras de la localidad, donde nos encontramos a un viejo amigo: Orceman. Está cómodamente reclinado, con las manos en la nuca y ataviado con unas bermudas naranjas, el último grito en los mercadillos paleolíticos de la zona. Tiene los pies en el agua mientras los peces le mordisquean y le hacen una pedicura a la vieja usanza. ¿Cómo está pasando este verano, Orceman? Nos cuenta que está disfrutando de una cueva-apartamento de la localidad, muy fresquita y supercómoda, animando a los lectores de IDEAL a conocer la zona, que Orce es un paraíso prehistórico.
Llegados a este punto, estamos preparados para convertirnos en arqueólogos por un día. Pero antes de salir, nos refrescamos en la Fuente de los Cuatro Caños, que ya ha cumplido más de cien años de antigüedad. Se trata de un lugar histórico que viene saciando la sed del vecindario desde el siglo XVI a través de su agua fresca. Agua bendita, en realidad, que el manantial que alimenta la fuente se encuentra dentro de la mismísima iglesia parroquial de Orce.
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Muy cerca de la fuente continúa el diálogo entre tradición y modernidad, tan propio de la localidad. Pasen por 'El camino de la memoria', un grupo escultórico de José Moreno Fernández en forma de cubos que crean espacios de vacío y opresión en su interior y que conducen hasta un profético texto de José Saramago: «Lo que dicen los muertos: edúcate a ti mismo para la paz si no quieres que otros vengan a educarte para la guerra».
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