Ocho empresarios levantan la voz contra la desconexión de Granada

Las organizaciones empresariales quisieron que los protagonistas fueran ocho empresarios de distintos sectores que contaron, en primera persona, cómo la falta de conexiones de Granada pone obstáculos a su crecimiento. «Si nos cuesta traer clientes, ¿cómo se hace negocio?». «¿Cómo progresa una provincia si sus empresas están frenadas», son algunas de las demoledoras preguntas que retumbaron en el patio del colegio Ave María.

Si algo ha enseñado la pandemia del covid es que «sin movilidad no hay destino». La reflexión la hizo la CEO de La Cueva de 1900, Ángeles Orantes Zurita. Su experiencia al frente de catorce establecimientos hosteleros en cuatro ciudades le permite comparar y constatar que otras ciudades con mejores comunicaciones se están recuperando mejor. «Pese a que ya no existen limitaciones para viajar, el problema de conectividad de Granada se nota, y mucho, en los negocios turísticos. La recuperación de los establecimientos de los barrios, los que no dependen de los turistas, es mayor que la de los del centro», relató.

La falta de comunicaciones es un problema que afecta a toda la provincia y que es especialmente grave en comarcas como Baza, en las que se suma la deficiente conexión con la capital. «En 44 años que tengo, la única infraestructura nueva que he visto inaugurar ha sido la A-92», lamentó Juan Antonio Quesada, gerente de Jamones Quesada. «El balance es de cero inversión en infraestructuras», insistió Quesada que reivindicó «una Granada fuerte y buen comunicada» para que todas las comarcas puedan prosperar.

«Granada es un corral con las puertas cerradas». Es la sensación que tiene Rafaela García, socia de la empresa especializada en traducción e interpretación Ofilingua, que aseguró que es casi imposible mover intérpretes desde Granada. «Podríamos estar atrayendo más talento, pero para nosotros es más rentable tener los intérpretes en ciudades mejor conectadas», lamentó.

La visión de la industria la aportó el empresario Javier García, cabeza visible de la empresa de maquinaria SIMA, una compañía familiar con cien empleados y que obtiene el 80% de su facturación del comercio exterior. García insistió en que la falta de conexiones con Madrid implica, en la práctica, el aislamiento de Granada del resto del mundo. «Si un comercial tiene que estar en Suramérica o EEUU un lunes tiene que salir de Granada el sábado al mediodía, con los problemas de organización familiar que eso conlleva. Sin el avión de primera hora perdemos la conexión con todos los vuelos internacionales», lamentó. «El AVE es imposible, un colega vasco me dice que prefiere viajar doce horas en coche», apuntó.

Romper la estacionalidad es la gran batalla de los empresarios hoteleros que ven cómo su ocupación se desploma desde el domingo hasta el siguiente viernes sin eventos ni congresos. Lo contó Concepción de Luna, del Grupo Luna, que lamentó que las actuales conexiones no hayan logrado resolver esta lucha que mantiene el sector desde hace 25 años para aumentar las pernoctaciones y romper la estacionalidad. La representante del grupo hotelero aseguró que, sin buenas conexiones que faciliten el turismo de congresos, «de domingo a viernes no podemos cubrir las habitaciones». «Nos merecemos una ciudad competitiva», zanjó.

De la importancia que las comunicaciones tienen para el turismo y, por extensión, para el comercio, habló también Inmaculada Moreno, de Talleres de Arte Moreno. «Granada tiene un potencial turístico envidiable, pero los turistas nos cambian por otros destinos mejor conectados.

La representación de la Costa corrió a cargo de Javier Rubiño, CEO de la empresa de logística Hub Place Puerto de Motril, que sufre la falta de conexiones. «En dos meses he tenido que hacer miles de kilómetros en coche para poder visitar a nuestro clientes», dijo Rubiño, que lamentó el freno al desarrollo de la Costa que supone la pérdida de las conexiones marítimas, tanto de transporte de personas como de mercancías. «El puerto de Motril, la infraestructura más importante para el desarrollo de la provincia, no está funcionando con toda su potencialidad», lamentó. «A quién le interesa el infradesarrollo de nuestra provincia», clamó.

Por su experiencia al frente de una de las organizadoras de congresos más importantes de España desde 1985, Enrique Gil, sabe bien lo difícil que es competir con Málaga, Sevilla y –ojo que cada vez sube más puntos Córdoba– para organizar un congreso. «Es una quimera que una empresa mueva a 500 trabajadores o clientes para venir aquí», lamentó. «Siempre estamos en desventaja para organizar convenciones. Nuestros clientes se quejan de que venir a Granada es difícil y caro. Le explicas que tienen que llegara Córdoba y hacer transbordo de una hora para subirse en otro tren que ya no es alta velocidad.. y por dios que no se equivoque que por ahí también pasa uno para Huelva. Si necesitan un manual de instrucciones para llegar a Granada es imposible convencerlos», lamentó.