Los niños de Darro cogen tablas para la vida
Solidaridad ·
El orientador del centro ofrece lecciones de interpretación a los menores del pueblo para fomentar la inserción y relación de las distintas culturas
Abdessaman, Mohamed, Amina y Wiam casi no hablan español, pero se saben a la perfección el guión que interpretan en la obra que preparan junto ... a su profesor Miguel Ángel Caballero. Al igual que ellos, sus compañeras repasan las partes que interpretan y se esconden con nerviosismo mientras dejan a sus amigos ser los protagonistas en el momento. Esa implicación y esfuerzo es la que Miguel Ángel ha conseguido después de impartir clases de teatro durante tres meses a sus alumnos porque reconoce que necesitan para «sacarlos hacia delante como sea». La mayoría de los niños de Darro proceden de familias inmigrantes o son hijos de temporeros que pasan buena parte del año en casa de sus abuelos u otros países con sus padres. Este hecho dificultad en muchos momentos su aprendizaje y escolarización y va de la mano de los problemas de exclusión que sufre la población del municipio que se compone, mayoritariamente, por el colectivo gitano e inmigrantes marroquíes.
«Lo que queremos es decirle al mundo que nuestros niños también tienen potencial y que ellos mismos también se lo crean», señala mientras destaca que lo que pretenden es mostrarles un abanico entero de oportunidades aparte de las que han visto años atrás en el día a día de su entorno. Al mismo tiempo que colocan parte del decorado en el Centro de Día de Darro, donde este martes tuvo lugar su primera representación, hablan unos con otros y cuentan cómo han sido los ensayos durante todos estas semanas con sus compañeros. Han acudido al colegio cada lunes, miércoles y viernes por la tarde, siempre a la misma hora, y antes de eso, han tenido que ir con «los deberes hechos» y haberse leído las partes de 'El robo del niño frimado', la obra que representaron este martes . «De esta forma, conseguimos 'engancharlos' al sistema educativo y que aprendan a tener un horario y una responsabilidad más allá de la académica», explica el instructor.
Además de establecer unas pautas con las que conviven, otro de sus objetivos es educar e infundir valores -como el respeto o la igualdad- con el objetivo de que los niños del pueblo sientan que «ellos también los merecen». « Esto les enseña unas tablas para la vida que les espera el día de mañana», indica. Potenciar la confianza en sí mismos y en sus habilidades completan la lista de tareas de esta iniciativa que tienen previsto continuar para que se sumen más niños y jóvenes del pueblo para que vean así el mundillo del teatro como una «nueva oportunidad».
Asimismo, Caballero también aclara que otra de sus pretensiones es que los jóvenes vean en la interpretación una vía de escape y una nueva fórmula con la que aprender a relacionarse. «Esto les sirve también para escapar de su día a día», expresa.
A pesar de la necesidad de trabajar en la inclusión de los niños, Miguel Ángel también insiste en la importancia de educar y cambiar la mentalidad de los adultos, en quienes residen numerosos prejuicios sobre la población inmigrante o el colectivo gitano.
En esta misma línea, declara que esta «educación» es fundamental para conseguir una mentalidad «más abierta» y potenciar así las relaciones de la gente de este y otros municipios con otras culturas. «Los mismos niños nos enseñan a los mayores lecciones morales sobre las diferencias entre ellos».
Absentismo escolar
El trabajo temporal y otras circunstancias hacen que Darro tenga cifras elevadas de absentismo en el centro de educación Primaria y en el de Secundaria, una de las cuestiones contra las que pretenden luchar con el desarrollo de este tipo de iniciativas. Alejar a los niños del «tiempo muerto en la calle» para generarles una rutina y que aprendan así «a hacer algo para los demás» son su esencial misión, ya que las actuaciones previstas se representan frente a los usuarios del Centro de Mayores de Darro, que reciben con ilusión la vida que los niños les han devuelto con las funciones de teatro. «Esperemos que esta oportunidad sirva para llenarlos de la misma ilusión que nos han regalado a nosotros », sentencian unas voces entre el público.
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