Negocios históricos en Granada
Negocios míticos a los que Granada ha dicho adiósRestaurantes, tiendas, ultramarinos... negocios que han estado siempre en la retina de los granadinos y se han despedido para siempre
Una ciudad es su gente, su arquitectura, su fisionomía o su historia. Pero también sus negocios. Esos que esconden historias humanas detrás. Aquellos cuyos gerentes han acompañados a barrios enteros, a generaciones de granadinos que se han acostumbrado a pasar por sus puertas o a consumir en su interior como una acción más de su día a día. Y, de repente, esos locales, que siempre han estado ahí, desaparecen.
Algo así ha ocurrido en el entorno del Palacio de Congresos. En la rotonda, justo en la entrada del Callejón del Ángel, el restaurante El Ventorrillo permanecía anclado en medio de grandes construcciones. Resistiendo al paso del tiempo y al progreso constructivo de la ciudad. Un bloque de cinco plantas ocupará el solar que este negocio hostelero deja tras cien años como inquilino. Llevaba casi cuatro años cerrado, pero resistía en pie hasta hace pocos días. La imagen del lugar ya ha cambiado con su derrumbe, y lo hará aún más cuando se eleve el nuevo edificio.
No es el único negocio que ha dicho adiós recientemente. En Huétor Vega, pueblo del Área Metropolitana al que cientos de granadinos acuden los fines de semana a comer en uno de sus múltiples merenderos se despidieron hace unos meses del restaurante Las Perdices II. Un local donde, además de almorzar o cenar, se podía disfrutar de su karaoke para las noches de los fines de semana y que acogió algunas de las celebraciones enmarcadas en las fiestas patronales de San Roque en agosto, como la popular Fiesta de la Juventud. Hoy se levanta (ya está construida la estructura) un gran supermercado de la cadena Consum que en breve abrirá sus puertas.
Los cierres no solo afectan a la hostelería ni significan su cierre, también algunas mudanzas han cambiado la ciudad. Algunos negocios que han marcado a generaciones de granadinos ya no están en su habitual lugar en Granada y han cambiado de ubicación. En la plaza de la Trinidad, en el mítico edificio rosa, Los Guerrilleros ofrecía zapatos para toda la familia a precios muy económicos. El negocio no ha desaparecido y mantiene tienda en el Zaidín, además de mudarse unos metros en el centro para seguir atendiendo a sus clientes, pero ya no regenta este local del identificable edificio rosa desde 2014. Ahora, el inmueble al completo se ha remodelado en profundidad para atender a los turistas más exclusivo en este nuevo Hotel Seda Club.
Centenarios desaparecidos
La histórica Farmacia Zambrano atendía a sus clientes en la calle Reyes Católicos, número 24, desde 1876. Cerró sus puertas en diciembre de 2017. La farmacia fue propiedad de la familia Zambrano durante gran parte del siglo XX, si bien fue un farmacéutico onubense, Juan López Rubio, quien la puso en marcha en 1876 tras adquirir la Botica del Carbón, que en ese momento se situaba en actual calle Mariana Pineda.
El bar más antiguo de Granada, la Sabanilla, pasó a la historia en agosto de 2019. Situado en la calle Sebastián, este local estaba abierto desde 1883 y era considerado uno de los negocios más emblemáticos de la ciudad. Si bien fue en agosto cuando se procedió al derribo efectivo del edificio que albergaba este local, en realidad llevaba años declarado en ruinas. En el 2010 una Orden de Urbanismo obligó al desalojo para proceder a su rehabilitación y, aunque sus regentes recogieron firmas, cerró a la espera de la rehabilitación. La restauración nunca tuvo lugar, razón por la cual se procedió a su demolición.
La pandemia también ha traído el cierre de muchos comercios. Muchos negocios de hostelería tuvieron que bajar la persiana durante el confinamiento al no poder asumir las deudas. También en otros sectores, el periodo comprendido entre 2020 y 2022 ha hecho mucho daño en Granada. En otros casos no han sido las deudas o la subida de los alquileres los causantes, sino la jubilación de sus dueños.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
