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Dos niñas pintan sobre el regazo de una de las ancianas en el centro Macrosad de Albolote

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Dos niñas pintan sobre el regazo de una de las ancianas en el centro Macrosad de Albolote PEPE MARÍN

Los mayores se lo pasan como niños

El centro Macrosad de Albolote alberga a pequeños y mayores que aprenden juntos

Lucía Romero y M. J. Caballero

Martes, 30 de abril 2019, 00:49

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«¡Pi, pi, piiiii, que viene el tren!», es una de las frases que se escuchan en las aulas del centro de la cooperativa Macrosad de Albolote. El juego del trenecito es el favorito de Francisca, y cómo no, de Martín. Francisca, o como a ella le gusta que le digan, Paqui, tiene 84 años y es experta en sonrisas. Hace un año que entró en el centro de día Reina Sofía de Albolote y no puede estar más contenta.

Lo que más le gusta sin duda es acercarse a las cunas y cantarles nanas a los más pequeños para que se duerman. Martín tiene ochenta años menos y le gusta jugar tanto como a Paqui. Se pasa el día corriendo, saltando o pintando con acuarelas. Entre sus amigos está Lorenzo, un chico de su edad. Pero Martín también tiene amigos mayores y él mismo dice lo bien que se lo pasa en este centro alboloteño.

Vídeo.

La alegría y viveza de Paquita inundan las instalaciones. Personas como ella ofrecen un hueco en su corazón y, a través de él, introducen las muchas anécdotas y vivencias que acontecen en su día a día en el centro. A través de su interacción con los niños y niñas afirma estar muy feliz desde que llegó. Le encanta disfrutar de los paseos por el patio con los niños, que ya considera sus nietos.

Apuestas y vínculos

La cooperativa andaluza Macrosad abre sus puertas como motivo del Día Europeo de la Solidaridad Intergeneracional, y apuesta por un encuentro cargado de vida y generaciones. El objetivo de Macrosad es promover las relaciones entre personas de distintas edades para favorecer los vínculos de manera recíproca. Gracias al entusiasmo de todos aquellos que complementan esta iniciativa, han sido muchas las historias y experiencias que se conocen en este centro.

Diferentes grupos de edades se relacionan en las zonas comunes de la residencia Reina Sofía y en la escuela infantil Chacolines. Un ambiente agradable donde comparten más allá de una simple relación. Son diferentes los lazos y vínculos que se establecen entre personas de más de 65 años con niños de edades de hasta tres años.

«Macrosad trabaja en el ámbito intergeneracional desde hace ya diez o quince años»

Andrés Rodríguez | Director de Macrosad

La intergeneracionalidad es un asunto que ha cobrado gran importancia en la actualidad ya que, según datos del CIS de 2018, 13 de cada 100 personas de 65 años o más no tienen relación ninguna con sus familiares más jóvenes, con los que no convive. El 62% tampoco se relaciona con personas menores de 35 años que no sean familiares.

En este contexto, las investigaciones más recientes concluyen que el aislamiento social predice la mortalidad de las personas de modo similar al tabaco, la obesidad, la presión arterial o el colesterol. Macrosad insiste en la importancia de crear programas intergeneracionales de calidad que ayuden al fomento de la inclusión.

Andrés Rodríguez, director del centro Macrosad, y Mariano Sánchez, director de la cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales y profesor de la Universidad de Granada, explican el objetivo de esta cooperativa.

«Todo surge porque Macrosad lleva trabajando en el ámbito intergeneracional de manera no estructurada desde hace diez o quince años», explica Andrés Rodríguez.

El año pasado realizaron más de 350 actividades intergeneracionales y consideran que «era el momento de seguir avanzando para conseguir la conexión de los dos polos generacionales».

«Buscamos una finalidad, un beneficio con las personas que se implican en nuestro proyecto»

Mariano Sánchez | Catedrático de la UGR

Por su parte, Mariano Sánchez habla de un aspecto más profundo: «La intergeneralidad cuenta con reunir a personas de diferentes generaciones, pero en este caso estamos hablando de hacerlo de manera intencionada buscando una finalidad de buscar beneficio con las personas que se implican».

Miles de historias y experiencias como la de Paquita y Martín habitan en este centro. Más que un simple y específico diseño donde se relacionan dos generaciones. El lugar se caracteriza por la alegría y felicidad de personas que disfrutan cada día en aprender los unos de los otros.

La intergeneracionalidad es más que un simple contacto entre dos generaciones. La solidaridad, la integración y el aprendizaje por un mundo más justo son términos clave para el desarrollo de una mejor sociedad. Como bien están aprendiendo Paqui y Martín.

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