Granada puede: es nuestro momento
Comparto con el diario IDEAL este punto de inflexión que se hace necesario para construir entre todos la Granada que nos une
Marifrán Carazo
Alcaldesa de Granada
Martes, 14 de mayo 2024, 00:53
En noviembre pasado, el prestigioso diario francés 'Le Figaro' publicaba un estudio que colocaba a Granada en el pódium de 'Mejor ciudad para vivir'. Lo ... hacía barajando una veintena de variables como salud, seguridad u oferta cultural y comparándola con las treinta capitales más pobladas de nuestro país. Así también, nuestra ciudad fue la elegida en la cuenta de twitter 'Relatando historia' como la más bonita. Y esta misma semana, el rotativo británico 'The Times' se rendía ante «la ciudad más bella y con valor intacto», recomendando a sus lectores visitarla.
En un contexto global de competencia entre ciudades y territorios, Granada sobresale siempre por derecho propio. Lo hace más allá del esplendor de su pasado, del patrimonio monumental y cultural que atesora, de la Alhambra patrimonio de la humanidad o de sus barrios históricos. Granada se posiciona alto porque es donde le corresponde estar; aspira a la excelencia porque tiene talento y muchos activos para ello.
Resulta indudable que nuestra ciudad ha sufrido agravios que han obstaculizado su desarrollo. Caben en esta cuenta desaires recientes como la inefable asignación de la Aesia a otra comunidad por parte del Gobierno de España o la exclusión reciente en la planificación de la línea Motril-Granada.
Y caben remotas aspiraciones como la integración soterrada de la alta velocidad o el impulso de las conexiones aéreas, proyectos estratégicos realmente decisivos para la necesaria vertebración territorial, el desarrollo empresarial y la atracción de riqueza e inversiones.
No vamos a cejar en el empeño por lograr estas y otras legítimas demandas y que nuestra ciudad y provincia participen en igualdad de cualquier reparto, de todas las oportunidades a las que pueda aspirar, que son muchas. Pero hemos de seguir configurando el modelo de ciudad que queremos aun en contra de determinadas resistencias; mirar hacia adelante convencidos de todo el potencial. En este camino no cabe ni la autocomplacencia que se conforma con lo bueno que ya tenemos, ni el lamento constante por lo que debió ser y no fue.
Granada puede: es nuestro momento. La ciudad histórica tiene un presente vivo y un futuro de inmensa proyección, esta es la carta mejor, la verdadera, la que debemos jugar. La apuesta decidida por el bienestar y la prosperidad de hoy, el compromiso certero con un mañana de esperanza que dejar a las siguientes generaciones.
En este cometido sin retorno partimos de múltiples recursos que estamos impulsando.
Nuestra ciudad rebosa conocimiento e ingenio gracias al talento de su gente, cuenta con grandes profesionales de todos los campos y hay mucha savia joven que hemos de retener. Huelga al respecto recordar la reputación de nuestra Universidad, segunda más potente de España y una de las 300 mejores del mundo según la última edición del ranking de Shangai.
Granada es referente cultural en el conjunto europeo; sus industrias creativas tienen un protagonismo creciente y a nadie escapa la efervescencia literaria, musical y pictórica o la marca asociada a grandes festivales de esta ciudad que se orienta con paso firme hacia la capitalidad cultural europea de 2031. Se están poniendo las mimbres para la bienal de flamenco, y nueva programación; también para lograr nuevos museos y para atraer nómadas artísticos que desarrollen sus proyectos en la cuna de Lorca.
Granada puede: es nuestro momento. Es el momento de impulsar nuevos nichos de actividad económica y fortalecer los tradicionales, hacerlo creando las condiciones para ello, con un marco económico estable, en un contexto de seguridad jurídica, de equipamientos adecuados, de confianza política y estabilidad social. Por ello, buena parte de nuestra agenda de trabajo está centrada en atraer inversiones que vengan para quedarse, que generen empleo y sean palanca en la necesaria transformación productiva hacia sectores de futuro.
Hablamos de grandes proyectos como el Ifmif-Dones, infraestructura que ha de convertirse en emblema del desarrollo proyectado para Granada.
Hablamos también de nuevas empresas tecnológicas vinculadas a la inteligencia artificial e implantadas en nuestra ciudad; no en vano somos la tercera provincia española con más empleos vinculados con las TIC. En este mismo apartado destaca el concurso de ideas anunciado el pasado miércoles para la puesta en marcha del futuro centro demostrador de IA urbana que tendrá sede en Granada y será el primero de España en colaboración pública-privada.
Y, por supuesto, hablamos del imponente sector biosanitario enmarcado en el PTS, que es y debe ser tractor del tejido empresarial y promotor de innovación e investigación.
El progreso de Granada pasa por sumar industrias de peso y pasa por la necesaria participación del empresariado local en proyectos de internacionalización. El avance de esta ciudad y provincia requiere de la progresiva digitalización de nuestras pymes; precisa de sinergias y alianzas público-privadas; y debe partir de la captación de fondos para una financiación acorde a las distintas necesidades. Al respecto estamos dando forma a una oficina aceleradora de proyectos para dar apoyo y cobertura al ecosistema de emprendimiento y a la inversión junto a la cámara de comercio.
Si es clave atraer sectores-tendencia que marquen el paradigma de crecimiento, de creación de empleo, para el Ayuntamiento también constituye prioridad cuidar de los servicios y sectores tradicionales. En este sentido, estamos empeñados en desarrollar modelos turísticos de calidad y sostenibles que complementen los clásicos y fomenten la pernoctación; nuevos conceptos que revitalicen la oferta tradicional, atraigan grandes congresos y eventos y mejoren la experiencia del visitante de la mano de nuestro comercio.
Para el Ayuntamiento, hablar de futuro se traduce en construir un presente para todos, poniendo en el centro de la acción municipal a las personas y apostando de manera decidida por crear oportunidades, eliminar barreras, agilizar la tramitación administrativa y ofrecer servicios de calidad al ciudadano. Es una apuesta seria que siempre se orientará hacia quienes más nos necesitan, hacia esos vecinos nuestros que, por diversas circunstancias, resultan más vulnerables. Esta es la ciudad integradora, humana y solidaria que queremos.
Sí, Granada puede: es nuestro momento. Es el momento de la responsabilidad social con el entorno, de construir una Granada metropolitana más verde y sostenible, con calles limpias, un aire libre de contaminación, zonas de bajas emisiones, una movilidad adecuada.
También en el apartado urbanístico son grandes los desafíos municipales, comenzando por la nueva vivienda y su rehabilitación , el desarrollo del nuevo plan de ordenación que enmarca el proyecto de ciudad , el empuje de proyectos de regeneración urbana, el mantenimiento y mejora de los elementos comunes. En ello estamos empeñados, porque bienestar social, progreso económico y cuidado urbano están estrechamente vinculados.
Sin duda hay grandes iniciativas entre manos; son ambiciosos los retos que tenemos en este objetivo común de crear oportunidades para todos, que los granadinos tengan la calidad de vida que merecen y colocar a Granada en el epicentro, que es el lugar que le corresponde, construir entre todos la Granada para vivir y para invertir.
Los cimientos de este gran proyecto de ciudad se sustentan en un gobierno municipal estable y un presupuesto realista que garantice la cabal prestación de servicios; un equipo cohesionado que en estos meses primeros ha trabajado para actualizar hasta once ordenanzas en el afán de mejorar la vida ciudadana en distintos aspectos, desde la convivencia a la ayuda a domicilio o la limpieza.
Detrás de todo ello, un buen puñado de valores, principios rectores que acompañan el camino emprendido y que comienzan por el diálogo permanente con la ciudadanía y con los distintos grupos políticos y agentes sociales. Es preciso que la actividad política aspire a la excelencia, que la lealtad institucional y el diálogo permanente presidan el trabajo en las administraciones, especialmente en asuntos de calado para la ciudadanía. Es necesario ir de la mano, arrimar juntos el hombro, trabajar con responsabilidad, apostar por la cultura del esfuerzo, la cooperación y la generosidad. Es urgente descartar sectarismos, cortoplacismos y desencuentros que socaven la convivencia. Y prioritario poner el foco en la calidad de los servicios públicos, el bienestar de nuestros vecinos, la prosperidad presente y el crecimiento futuro de nuestra ciudad, sus área metropolitana y nuestra provincia.
Convencida de que Granada puede y es nuestro momento, he obviado referirme a los problemas; todas las ciudades de mediano y gran tamaño encuentran frenos, obstáculos y dificultades para su desarrollo. Pero no es tiempo de lamento sino de trabajo; tiempo de sembrar certezas frente a incertidumbres y de poner toda la carne en el asador para hacer posible el mejor proyecto de ciudad en la mejor ciudad del mundo. Es tiempo de situarnos al frente.
Granada debe ser y es la capital amable para vivir, la tierra inteligente, próspera, moderna y sostenible. Un enclave bello para visitar, atractivo para invertir, interesante para innovar, sugestivo para disfrutar. Y también una tierra acogedora y segura para el visitante, respetuosa con el entorno con su historia y tradiciones, una ciudad también solidaria, inclusiva y accesible para todos, esta es la Granada que nos une, trabajemos con orgullo y dedicación para alcanzar los mejores objetivos.
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