Carlos Gordo está dispuesto a que sus croquetas granadinas se coman el mundo. alfredo aguilar

Marchando una de croquetas de Huétor para la República Checa

comercio exterior ·

Una iniciativa pionera de la Cámara y Diputación conecta a 130 empresas gourmet granadinas con potenciales clientes internacionales

Sábado, 28 de noviembre 2020, 00:46

Para una pequeña empresa granadina, empezar a vender fuera de España es una carrera de fondo que requiere tiempo y dinero. Coger un avión y ... plantarse en una feria de la República Checa para buscar clientes, por ejemplo, le habría costado cinco mil euros. Sin embargo, Carlos Gordo, propietario de 'Ole mis croquetas' de Huétor Tájar, acaba de conseguir no que uno sino que cinco potenciales clientes, de la República Checa y cuatro países más, prueben y se interesen por sus delicias gourmet de 26 sabores diferentes. Sin salir de su pueblo y gratis.

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La Cámara de Comercio de Granada le ha llevado los compradores a la pantalla de su ordenador en el marco de las misiones comerciales virtuales que está desarrollando en colaboración con la Diputación provincial para potenciar las exportaciones del sector alimentario y gourmet de la provincia. La acción, encuadrada en los Otoños Internacionales de Cámara Granada, está poniendo en contacto a 130 empresas de alimentación granadinas con grandes distribuidores y especialistas gourmet de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Portugal, Francia, Alemania, Republica Checa y Polonia. Todos han recibido previamente un catálogo con todos los productos granadinos y han pedido reuniones con las empresas que les interesan.

Con traductor y con ayuda

No solo eso, sino que les han enviado los productos exactos que les interesan para que los prueben y tener el camino avanzado de cara a las reuniones individuales online (B2B) que han comenzado ya y se prolongarán hasta esta próxima semana.

Las citas están asistidas además en tiempo real por un traductor y un consultor especialista en el país de destino, para que las empresas granadinas que no están familiarizadas con la exportación se sientan totalmente acompañadas y las ya habituadas puedan abrir nuevos mercados. Antes y después de la feria virtual, las empresas cuentan con asesores expertos de la Cámara que ayudan tanto al que no ha vendido para que sepa por qué como al que ha tenido éxito para consolidarlo.

Esta fórmula implantada por la Cámara de Granada es una novedad nacional y está suponiendo un espaldarazo para las empresas, sobre todo para las más pequeñas que no cuentan con departamento internacional ni de marketing.

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«Es una gran oportunidad para nosotros. Nos vendría de escándalo vender algo fuera para poder compensar ahora que se ha desplomado la hostelería», explica Carlos Gordo, que da trabajo a 15 personas en su empresa dimensionada para producir hasta 1.500 kilos diarios de croquetas.

El responsable del Área Internacional de la Cámara, Luis Miguel Nevot, explica que la mayor aceptación la están teniendo las empresas granadinas de productos bio y las que cuentan con el certificado FDA que les permite vender en Estados Unidos. «Tenemos muchísima gente con producto potencialmente internacional pero que no saben venderlo», resume Nevot. A ellos les dan las claves para generar confianza en el cliente pero sobre todo, a crear una historia que les ayude a vender. «Hay que conquistar con la cabeza, dar solvencia, pero sobre todo hay que conquistar con el corazón, ponerle alma al producto y que cuente una historia», concluye.

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